Los 467 millones de presupuesto incluirán el paseo Chillida, Miramón, Brecha y Sagüés

SAN SEBASTIÁN. DV. «Presupuesto aprobado, objetivo cumplido». Con estas palabras cerraba el alcalde Odón Elorza el debate presupuestario, más corto de lo previsto con cuatro horas de duración y con cuatro enmiendas transaccionadas entre el gobierno que forman PSE y EB-Aralar y el PNV. Los nacionalistas conseguían introducir en el documento presupuestario cuatro proyectos que consideran estratégicos: la peatonalización del paseo Eduardo Chillida, una instalación para el surf en Sagüés, la compra de terrenos para la ampliación de Miramón y la eliminación del cuerpo central de la Brecha.

El documento económico que regirá la gestión de este año se cerraba así con 466 millones de euros, de los que, incluyendo a las sociedades municipales y organismos autónomos, 195,2 se destinarán a inversión.

Aunque el jueves por la noche ya se podía aventurar un texto común entre el gobierno municipal, que tenía garantizada la mayoría absoluta para que su proyecto saliera adelante, y el PNV, que había aceptado negociar esas cuatro propuestas finalmente incluidas, ayer se plasmó el acuerdo.

La ampliación de Miramón y la instalación dedicada al surf, además, obtuvieron el apoyo de EA y la abstención del PP; la peatonalización del paseo de Chillida con el parking subterráneo que lleva aparejado contó con la abstención de ambos grupos y los dos se opusieron a que desaparezca el cuerpo central de La Brecha, el espacio Cánovas, para el que EA propuso además que se destinara a usos vinculados con los vecinos de la Parte Vieja. En relación a este proyecto quedó claro que PSE, EB-Aralar y PNV optan por eliminarlo, probablemente este mismo año, mientras que PP y EA son partidarios de mantenerlo. Esta misma relación de fuerzas se mantiene en la futura casa de cultura de Aiete o el instituto de Derechos Humanos que también va a ubicarse en el palacio. EA propuso que se ubicara en el palacio de Miramar y el PP en el antiguo edificio de las Juntas Generales.

El proyecto que encontró la oposición férrea de los tres grupos de la oposición fue la estación de autobuses en Atocha. A finales de la semana pasada, este proyecto se puso en la mesa de negociación por parte del alcalde Odón Elorza, que llegó a ofrecer al PNV la vicepresidencia de la Comisión Especial que se encargará de esta cuestión. El portavoz jeltzale, Xabier Ezeizabarrena, insistió en su postura contraria, y tal como explicarían después la portavoz de EA, Jaione Arratibel, y el concejal del PP, José Luis Arrúe, las tres for maciones consideran que Riberas de Loiola sigue siendo la apuesta adecuada.

Parte de las enmiendas parciales planteadas por los tres grupos, más de trescientas, irían encaminados a eliminar cualquier partida dedicada a Atocha. El alcalde advirtió que no tenía sentido que proyectos que ya cuentan con refrendo mayoritario, como en este caso, «cuenten con propuestas para eliminarlos del presupuesto».

El alcalde llegaría a calificar algunas de las enmiendas «de auténtico disparate», sobre todo aquellas encaminadas a disminuir el gasto corriente. Durante la comisión de Hacienda previa al Pleno, el gobierno municipal había introducido una, criticada por EA dadosu montante económico, de un millón de euros para el jardín de la Memoria de Riberas de Loiola o y de medio millón para San Telmo. Se aceptarían, también en este foro, cuatro de este grupo político, aunque sin contenido económico, relativas a la boulevarización de zonas en las que ahora pasan vías rápidas, la optimización de las instalaciones deportivas, el impulso de la descentralización de Igeldo o el estudio de la demanda de aparcamiento en la zona de Etxadi. El resto, las presentadas ayer, no tuvieron suerte.

El PP había optado por plantear una enmienda a la totalidad, la primera en debatirse y la que dio pie a que los grupos expusieran sus posturas sobre el documento. PSE y EB-Aralar, Jon Lasa fue quien llevó ayer el peso del debate en esta coalición, lo calificaron de ambicioso, imaginativo, progresista y de izquierdas, muy lejos de la visión de la popular María José Usandizaga, que dijo que, aunque de cifras elevadas, carecía de ambición y de estrategia y estaba sustentado en una subida de impuestos «desmedida». Ningún grupo apoyó esta enmienda a la totalidad. El gobierno municipal y el PNV votaron en contra, mientras que EA optó por la abstención. Estos dos últimas formaciones fueron críticas con el documento, aunque mostraron su satisfacción «porque se hubiera presentado para poder trabajar sobre él».

En la práctica, esto suponía que el presupuesto 2008, los casi 500 millones de euros que contempla para gastar e invertir estaba aprobado. Las enmiendas, salvo las transaccionadas, decaerían a lo largo de la sesión y, al final, satisfacción del alcalde por ese «San Sebastián más moderno que va a impulsar». Felicitaciones, apretones de manos y sonrisas para el final, tras una sesión en la que no hubo problemas en los turnos.