«Con un par de retoques pelearemos por el ascenso»

- Calificó el de Motril como el gol más importante de su carrera. ¿El del Tenerife no quedará lejos?

- Parecido. El de Granada 74 fue el más importante por lo que significó y por el momento en el que se produjo, pero el del Tenerife también ha sido muy especial. El 3 de enero no sabemos qué va a pasar y queríamos despedirnos bien de la afición. Fue un tanto muy emotivo.

- Explíqueme cómo fue el gol.

- Yo hice un gesto rápido para ver si venía el portero hacia mí. Llevaba toda la segunda parte haciendo el mismo desmarque buscando la espalda de los centrales. Cuando salió Novo, que me busca muchas veces en el entrenamiento, estuve atento para desmarcarme en cuanto cogiera el balón. Lo hizo, me la puso de maravilla y mientras venía el balón pensaba que el portero me iba a arrollar. Por eso miré. Vi que venía una cosa naranja, pero estaba lejos, por lo que peiné el balón y conseguí superarle.

- La duda del portero le ayudó.

- No sé qué pensaba. Se frenó, aceleró, pero el césped estaba mojado y el balón fue rápido.

- Ese tipo de goles son los que le definen como jugador.

- La verdad es que sí. Creo que no estuve muy entonado y que perdí balones fáciles. Yo siempre he dicho que a mí me cuesta mucho jugar fuera del área. Soy más de desmarque y definición. Llevaba un partido discreto y al final tienes la suerte de que marcas un gol y rematas otro balón al larguero. Son acciones de intuición.

- Parece además que se ha ganado la confianza del míster. Cuando hubo que quitar a un delantero, le tocó a Delibasic.

- Creo que la jugada en la que rematé al larguero cambió la opinión del míster. Cuando vi calentar a Gari pensaba que iba a ser yo el sustituido, pero entre que había marcado en Granada y ese larguero, a lo mejor se lo pensó. Al final, me quedé y marqué el gol de la victoria. El fútbol es así.

- Su trayectoria esta temporada está siendo de lo más irregular.

- He tenido bastantes altibajos. Comencé jugando en los dos primeros partidos de Anoeta, pero perdimos los dos y me fui al banquillo. Entré luego en Las Palmas por la lesión de Delibasic, donde marqué, jugué varios partidos con Gari en punta pero coincidió también que perdimos contra Sporting y Numancia y empatamos en Ferrol. Empezamos a jugar con un delantero y me fui al banquillo. La verdad es que he estado seis partidos bastante bajo de moral. No por no jugar, sino porque desaparecí por completo del equipo. Y en los dos últimos se ha dado la vuelta a la tortilla. Todo ha cambiado. Llevaba sin dar una entrevista en seis semanas y en siete días he dado treinta. Es lo que tiene el fútbol.

- ¿Qué balance haría de la evolución del equipo hasta ahora?

- El análisis es que el equipo aprende y se adapta. Tuvimos un inicio con dudas porque era muy nuevo todo. Aunque quedábamos gente del año pasado, muchos titulares no seguían y había que meter a tanta gente joven en una categoría nueva. Ahora sabemos leer los partidos y jugarlos. El ejemplo más claro es que contra el Celta y el Las Palmas, con un jugador más, fuimos incapaces de ganar. Incluso perdimos en Canarias en la Copa. No sabíamos jugar esos partidos y ahora llevamos dos partidos seguidos ganando y remontando un marcador adverso. El equipo va de menos a más y creo ahora mismo somos el equipo más constante de la categoría. No perdemos, sumamos, atrás no nos hacen muchos goles y van llegando los goles, que era nuestra asignatura pendiente.

- A pesar de los despistes en las jugadas de estrategia, el balance defensivo está siendo bueno.

- Al final del año siempre están arriba los equipos que menos goles reciben, porque para ganar no tienes que hacer muchos goles. Es cierto que tenemos que mejorar aún al defender las jugadas a balón parado. Se trabajan esas acciones, pero siempre nos pasa algo. Que si te hacen un bloqueo y no llegas, que si un despiste... Tenemos que incidir en este aspecto porque no podemos encajar tantos goles así. También es verdad que hemos marcados muchos en ataque a balón parado, pero no se destaca tanto.

- Queda por mejorar el juego con el balón. ¿Es así?

- Tuvimos tres partidos en los que jugamos bien. La categoría no te deja para más, porque apenas tienes espacios. En Primera juegan y te dejan jugar, aunque luego te ganen porque tienen más calidad arriba, tu también tienes tus espacios para crear ocasiones. Aquí es diferente y tienes que adaptarte. Está claro que tenemos que jugar mejor, pero mientras los resultados sigan siendo buenos...

- ¿La victoria ante el Granada 74 supuso un punto de inflexión?

- La lectura que hemos sacado desde ese día es que ahora podemos. Se nos habían escapado tantos partidos al final; Ejido, Sporting, Numancia... Ahora parece que la suerte ha cambiado y que somos capaces de hacer cosas. Casi me da hasta pena que llegue ahora el parón navideño, porque es cuando mejor estamos.

- ¿Se ven luchando por el ascenso?

- Quizás estamos un poco justitos de plantilla, sobre en todo por cantidad. En cuanto hay un par de bajas ya tenemos problemas para completar la convocatoria. Con un par de retoques, como se dice por ahí, creo que el equipo estará peleando por el ascenso. Lo está demostrando. Llevamos nueve partidos sin perder y eso es una garantía. No es que hayas ganado tres y perdido cuatro. Aunque hayamos empatado muchos partidos, al menos no pierdes. El día del Sevilla fue un buen ejemplo. A pesar de lo mal que jugamos, el rival sólo nos tiró una vez a puerta y sumamos un punto. El equipo tiene una base sólida y sólo faltaba que nos acompañaran los resultados y que nos los creyéremos un poco.

- Por último, ¿qué le pide al nuevo año?

- Que devolvamos a la Real a Primera. Para un jugador de aquí no habría mejor deseo que volver a verla con los mejores.