Irujo muestra sus dos caras

SAN SEBASTIÁN. DV. Juan Martínez de Irujo se clasificó para las semifinales del Master al derrotar ayer en el Labrit de Pamplona a Asier Olaizola. El rival del de Ibero será Aimar Olaizola, quien hizo de botillero de su hermano. Pocas conclusiones pudo sacar el goizuetarra del partido de ayer. La principal es que Irujo es, hoy en día, un rival accesible.

El del Labrit fue un calco al partido jugado por Irujo el domingo pasado en el Astelena de Eibar, en la despedida de Aitor Elkoro. Comienzo desastroso, plagado de errores, y reacción final para llevarse la victoria. Asier Olaizola fue el caso contrario. Notable en los inicios para acabar entregado, sin capacidad de respuesta.

La precipitación llevó a Irujo a cometer hasta ocho fallos, una cifra que ante otro rival hubiera sido decisiva, pero Asier Olaizola también colaboró lo suyo. Encajó nueve saques, la mayoría sin ningún misterio, y volvió a demostrar que tiene un agujero de considerables dimensiones en el resto, tanto con la derecha como con la izquierda.Con esa carencia no se puede llegar muy lejos mano a mano. Para Asier no es ninguna novedad sufrir una sangría similar en las luchas individuales.

Y a ese clavo ardiendo se agarró Irujo para darle la vuelta a un partido que tenía prácticamente perdido. «En uno de los descansos llegué a pensar que este partido no lo ganaba ni loco», dijo el de Ibero en vestuarios.

A Irujo se le cruzaron los cables nada más ponerse la pelota en juego. Parecía ausente, como si el partido no fuera con él. Asier aprovechó el viento a favor y la caraja de su rival para poner en el marcador un sorprendente 6-0. Irujo no daba una a derechas. Con la zurda, tampoco. Y Asier se recreó con una dejada al txoko y un par de dos paredes. El de Goizueta amplió su renta hasta el 10-3. Dos de los tantos que subieron casillero de Irujo fueron mercede a errores de Asier. El restante, de saque.

Irujo vagaba en la cancha como alma en pena, pero lo que le hace diferente al resto es su instinto ganador. Nunca arroja la toalla, por muy complicado que esté el asunto. Realmente complicado lo tenía el de Ibero pese a una tibia reacción (10-8) ya que Asier se fue como un tiro hasta el 14-8. Ya no hizo ningún tanto más. El 15 fue una pelota que se le fue arriba a Irujo con la izquierda. Asier entró en barrena. Irujo se vino arriba. Cambio de papeles y voltereta en el marcador.

Ganó Irujo, pero no convenció. Es más, se le ve sin chispa, sin juego, regalando en exceso. Ayer volvió a mostrar sus dos caras. La buena y la mala. Últimamente, la que más se ve es la segunda. Y de cara al Parejas es algo preocupante, muy preocupante.