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Las paredes del The Single Room Hotel son paneles publicitarios. [FABRIZIO BENSCH/REUTERS]
Una habitación, por favor
GENTE

Una habitación, por favor

Una instalación artística en forma de hotel efímero y diminuto permite pasar una noche en Berlín por 20 euros

RUTH CAMPION

Lunes, 26 de noviembre 2007, 01:58

Una habitación en un hotel de dos estrellas recién estrenado en el centro de Berlín por 19,90 euros la noche no es una oferta que convenga pasar por alto. El problema es que la disponibilidad de camas de dicho hotel, que por algo se llama The Single Room Hotel, es muy limitada, ya que tiene una única habitación.

El hotel, en realidad, es un proyecto artístico del francés Etienne Boulanger, integrado en otra iniciativa cultural, la Skulpturenpark Berlin_Zentrum promovida por un colectivo de creadores berlineses. Pero, pese a todas su peculiaridades, sigue siendo un hotel cuya única habitación -que se abrió al público el pasado día 18 y permanecerá así hasta marzo de año que viene- puede reservarse en la página web de su promotor. Si le urge encontrar una habitación en Berlin, en cualquier caso, busque una alternativa más convencional, porque la gestión de las reservas es bastante peculiar.

The Single Room Hotel ocupa uno de los pocos solares todavía no edificados del centro de Berlín, una ciudad en auge que ha pagado el aparentemente inevitable peaje de la especulación inmobiliaria. Ése es, precisamente, el motivo central del proyecto de Boulanger, que ya ha trabajado con anterioridad en instalaciones con las que ha reflexionado sobre cuestiones relacionadas con el uso del espacio urbano.

El hotel, por fuera, es una estructura de un piso de altura construida sobre pilotes y recubierta de paneles que Boulanger ha convertido en vallas publicitarias, alquilando el espacio exterior a quien desee anunciarse en el mismo como modo de financiaer del proyecto y, en sus propias palabras, «para integrarlo en la realidad económica». La publicidad ha permitido al artista «crear estrategias de camuflaje adaptadas al hábitat y desarrollar el potencial económico necesario para poder aplicar tarifas tan reducidas».

Por dentro, la única habitación de este hotel efímero, en el que el «cliente puede mimetizarse con el entorno y pasar desapercibido», es de pequeñas dimensiones pero dispone de todos los servicios y equipamientos que se le pueden pedir a un establecimiento de dos estrellas. Así, tiene baño, electricidad, calefacción y agua caliente, aunque quien desee servicios complementarios tendrá que buscarlos fuera de este diminuto hotel.

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