Testimonios de fe en la beatificación
Miguel Leibar y Sabino Ayastui fueron beatificados junto a otros 496 Los dos nacieron en la anteiglesia atxabaltarra de Aozaraza
JOXEBI RAMOS
Sábado, 3 de noviembre 2007, 01:40
ARETXABALETA. DV. Eran los otros dos marianistas de Aozaraza (Areantza) que aún no habían sido beatificados. Carlos Eraña ya lo fue hace unos años, y a partir del 28 de octubre se le suman Sabino Ayastui y Miguel Leibar. Una placa en la anteiglesia atxabaltarra recuerda a los tres y a otros tres vecinos, todos ellos fallecidos durante la Guerra Civil española.
Miguel Leibar, nació el 17 de febrero de 1885 en la anteiglesia atxabaltarra de Aozaraza. A los 13 años ingresó en el colegio marianista de Eskoriatza como futuro candidato a religioso de la Compañía de María. Destacó por su inteligencia, sencillez y piedad.
Desde el momento en que pronunció sus primeros votos manifestó su deseo de ser misionero, deseo que reiteró varias veces a lo largo de su vida.
En 1908 finaliza la licenciatura en Filosofía. Realizó los estudios de Teología en la Universidad de Friburgo (Suiza) donde fue ordenado sacerdote en 1915. Desarrolló su apostolado en los colegios de Vitoria, Cádiz y Madrid. Fue director de los colegios de Jerez y de San Sebastián. Regresó a Madrid momentos en los que ya se vivía la inestabilidad e inquietud de los años de la República. En Madrid vivió los acontecimientos del 13 de julio de 1936. Asumió la dirección del grupo de 29 religiosos, que habían quedado durante el verano en el colegio Nuestra Señora del Pilar. Se encargó de buscarles refugio y proteger el edificio para que no fuera incautado.
El 28 de julio un grupo de milicianos, a las 3.30 de la tarde irrumpió en la casa para hacer un registro. Se llevaron al P. Miguel y a dos empleados del colegio: Melitón y Fabiana. En la Dehesa de Moratalaz fusilaron a Fabiana. El P. Miguel y Melitón fueron fusilados en el kilómetro 7 de la carretera de Valencia.
Sabino Ayastui
El otro marianista beatificado era Sabino Ayastui, que nació en la misma anteiglesia, el 29 de diciembre de 1911. Como sus compañeros mártires estudió en el colegio de Eskoriatza para aspirantes a la vida religiosa marianista. Sus educadores lo definieron como: «un niño impulsivo, dinámico, piadoso. Se gana el cariño de sus compañeros».
Sus primeros votos los pronunció en Elorrio el 5 de septiembre de 1928. Pasó a Segovia para continuar sus estudios. Hizo los votos perpetuos en 1934 siendo, además, para el sacerdocio. En su recordatorio hizo imprimir, en latín, la frase de S. Pablo que sería premonitoria: «Haec est voluntas Dei: Sanctificatio vestra» (ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación). Trabajó en los colegios de San Sebastián, Eskoriatza y El Pilar (Madrid). Fue arrestado junto a sus hermanos Joaquín y Florencio el 13 de septiembre y fusilado al amanecer del día siguiente en la carretera del Pardo. Junto a su cadáver se encontró una medalla de la Virgen de Arantzazu de la que era muy devoto.