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Aitor Kerejeta. [F. DE LA HERA]
«No puede ser que todo un pueblo sea quien esté equivocado»
AITOR KEREJETA ALCALDE DE HONDARRIBIA

«No puede ser que todo un pueblo sea quien esté equivocado»

El alcalde de Hondarribia cree que la situación mejoraría si la compañía Jaizkibel saliera detrás del Alarde

LEIRE GONZÁLEZ

Domingo, 9 de septiembre 2007, 02:47

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Junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, al lado de la plaza de Armas, el alcalde, Aitor Kerejeta, vibró en su primer Alarde como regidor de Hondarribia. Su mensaje fue claro. «Si algo hemos aprendido en estos años es que nada ni nadie puede ensombrecer este día de fiesta».

- ¿Cómo ha vivido su primer Alarde como alcalde?

- Las emociones son las mismas que las que vives desde pequeñito, pero sí es cierto que desde la primera fila, como alcalde, son más intensas. Desde primera hora de la mañana lo he vivido con mucha ilusión, los primeros pasos del Alarde han sido muy intensos y ciertamente ver a los hacheros pasar por el Arco de Santamaría ha sido muy emocionante.

- Ha sido una jornada muy tranquila...

- Todo ha transcurrido bien, sin incidentes. Cuando tienes la responsabilidad de que todo salga bien, por mucho que quiera el alcalde no puede controlar el sentimiento de las personas. Pero este año, desde luego, puedo decir que estoy muy orgulloso de ser alcalde de esta ciudad porque hoy se ha dado una lección, a pesar de todos los pesares.

- Este año no ha habido toldos, pero sí bolsas amarillas...

- Es lo que ocurre cuando una manifestación de signo contrario a lo que la gente quiere ver pasa escasos veinte minutos antes, cuando esas personas llevan esperando desde las cinco o seis de la mañana. A esas personas hay que dejarles también la libertad de poder expresar sus sentimientos y poder transmitir su manifestación particular. Los plásticos negros quizás era una protesta demasiado mediática, pero en ningún caso significaban todo lo que se ha vendido, era algo mucho más sencillo: evitar ver esa manifestacion.

- ¿Hay solución?

- Las cosas mejorarían si esa manifestación partiera después del Alarde porque así, los derechos reivindicativos de esa manifestación estarían igualmente asegurados y no sé qué obcecación existe para que sigan pasando a las 8.20.

- Es lo que ocurre en Irun, ¿no?

- Bueno, el caso de Irun es diferente porque sí existen dos alardes. En Hondarribia ojalá llegue un momento en el que la compañía Jaizkibel se decida a organizar un desfile. Yo estoy harto de repetirles que cuando me pidan una autorización para hacer un desfile yo se la voy a dar. Entonces les tendré que poner un horario y se lo pondré detrás. Me gustaría ver el día en que la compañía Jaizkibel organice un alarde y sea capaz de llenar toda la calle Mayor de su público, ya que dicen que cada vez tienen más apoyo social. No creo que una manifestación sea la mejor manera para celebrar una fiesta.

- ¿Cómo serán los alardes de los próximos años?

- Si algo hemos aprendido estos años es que nunca se sabe cómo va a ser el Alarde del año que viene. Creo que los antecedentes están bien marcados, la gente tiene más que asimilado que estamos en un día de fiesta y lo que tenemos que hacer ante todo es pasarlo bien. Nada ni nadie puede ensombrecer el día 8 de septiembre.

- ¿Cómo le explicaría este sentimiento a alguien de fuera?

- Es muy difícil de explicar y lo hemos intentado en estos diez últimos años. Pero hemos visto que es imposible. Lo único que les diría es que ese debate que se ha creado en torno a la discriminación de la mujer ha quedado bien clara en la sentencia del Tribunal Supremo. No lo decimos los hondarribitarras, lo dice un tribunal. A uno de fuera simplemente le diría, si piensa que las 5.000 personas que están desfilando y las 15.000 que están viéndolo, alrededor de un 90% mujeres, todos estamos equivocados. Con que la gente se formulara esa pregunta, sería suficiente.

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