Una Real inoperante cae eliminada en la Copa

- Primera victoria después de muchos meses...

- La verdad es que necesitábamos este triunfo. Espero que los tres puntos nos den un poquito más de confianza.

- El partido no fue vistoso, pero sí peleado. La Real supo ponerse a la altura del rival. ¿Fue esa la clave del éxito?

- El juego fue bastante malo, pero ya sabíamos cómo iba a ser y que había que aprovechar las pocas ocasiones que tuviéramos, porque el que marcara un gol se llevaría los tres puntos. En ese aspecto tuvimos algo más de suerte y atrás anduvimos bien.

- Decidió una jugada a balón parado, algo habitual en Segunda...

- Todos los partidos no van a ser así. Ipurua es un campo especial y el Eibar tiene una forma de jugar muy determinada, pero habrá otros días en que tendremos que jugar mejor para ganar. El sábado fuimos listos al elegir la manera de jugar, que fue muy práctica.

- ¿Cuáles fueron las instrucciones de Coleman para el derbi?

- Por lo que le habían contado y los vídeos que había visto él ya sabía que en Eibar no se puede salir con el balón desde atrás porque ellos están esperando a que cometas un error y jugar en largo. Nosotros teníamos que pelear todos los balones y apenas había tiempo y espacio para mover la pelota con comodidad. Fue un choque trabado, con muy poco fútbol, pero era lo esperado. Fuimos inteligentes a la hora de leer el partido. Habrá otros momentos para jugar mejor.

- ¿Espanta este resultado el pesimismo y los nervios que rodean al equipo?

- No lo sé. Hay que seguir ganando. Al menos desde dentro no se veía tanto desastre ni ahora tan maravilloso. Simplemente ha sido una victoria. Si quieres estar arriba en Segunda tienes que ir acumulando triunfos jornada tras jornada.

- Al menos se puede mirar al futuro con otros ojos.

- Sí, claro. La afición quería vernos ganar y nosotros demostrarle que somos capaces. Poco a poco iremos mejorando. El equipo necesita aún tiempo para ir progresando, y si lo logramos sin dejar de sumar puntos, mejor.

- En Eibar dicen que el partido de Ipurua da la medida de lo que es la Segunda División. ¿Comparte esta teoría?

- Puede ser, pero no todos los partidos van a ser así. En la jornada inaugural nos encontramos un Castellón que juega mucho por abajo, tocando. Es posible que algunas veces el balón vaya más por el aire que por el césped, aunque en Anoeta vamos a tener muchos rivales como el de la primera jornada. Hay que estar preparados para jugar así de vez en cuando, pero nuestro objetivo es hacerlo mejor que en Ipurua.

- ¿Jugar en Eibar era lo que necesitaba la Real tras la decepción del Castellón o, por el contrario, era la peor salida en estos momentos?

- En Segunda nunca sabes. En Primera, si estás en esa situación y vas al Camp Nou o al Bernabéu tienes muchas posibilidades de perder, porque hay cinco o seis campos muy complicados. En Segunda, en cambio, no sabes qué campo es bueno o malo, ya que la igualdad es máxima. Ipurua siempre es difícil porque el Eibar no va a perder muchos partidos, aunque a ellos también les cuesta ganar. Venir aquí ha sido positivo porque hemos sumado tres puntos, nada más.

- ¿Ve al Eibar con capacidad para mantenerse en Segunda o va a tener problemas?

- No sé. Estamos en la segunda jornada y los equipos están todavía en preparación. No sabemos cuáles estarán arriba y cuáles lucharán por no descender. El Castellón volvió a ganar y ya vemos que tiene buen equipo y que no fue casualidad lo que sucedió en Anoeta. En la jornada diez o doce podremos empezar a saber más de los rivales, pero por el momento todos tenemos mucho que mejorar.

- Mañana llega la Copa. ¿Varía el triunfo de Ipurua la percepción que la Real tiene de esta competición?

- Nuestra trayectoria en los últimos diez años ha sido muy mala y no podemos tirar la Copa así como así. Es un torneo muy bonito, que engancha a la gente, y merece la pena luchar por pasar de ronda. Ahora tenemos unas horas de tranquilidad y optimismo y mañana, otro examen. En fútbol vives de los resultados, y si perdemos en Las Palmas volverá el pesimismo, pero desde dentro tenemos que estar tranquilos.

- Hace unos años parecía una broma de mal gusto, pero ahora poder ver en Anoeta a Real Madrid o Barcelona en Copa suena a premio...

- Sí. No podemos desechar la competición antes de empezar. Es bonito ir superando rondas y llegar lo más lejos posible, porque a la afición le gusta este tipo de torneos eliminatorios. Estamos en nuestra primera ronda y hay que pasarla.

- Y el domingo vuelve la Liga. ¿Habrá que jugar a fútbol ante el Poli Ejido?

- Será un partido diferente al de Ipurua. Tendremos que jugar más abiertos, tocando por abajo, llevar la iniciativa y crear peligro en ataque. Habrá que estar muy juntos, cosa que el sábado hicimos bien, y defender mejor. Ante el Castellón defendimos con muy poquita gente y estábamos demasiado separados. Para ganar al Poli Ejido hay que tomar como ejemplo el partido ante el Castellón, y no tanto el de Ipurua. Lo más importante es acertar con la forma de encarar a cada rival.

- En Ipurua los veintidós jugadores estaban en treinta metros...

- Tenemos muchas cosas que mejorar, y lo más práctico es empezar de atrás hacia delante. Primero hay que convertirse en un equipo sólido, y cuando lo consigamos y seamos un conjunto seguro intentaremos jugar, llegar y hacer goles. Pero las cosas se empiezan a arreglar en defensa. Ante el Eibar estuvimos bien, pero debemos tocar mejor el balón.

- ¿Puede beneficiar a la Real que el listón de la exigencia esté tan bajo después del descenso?

- Es posible. Pero no sólo la Real tiene que mejorar. También el resto de equipos. Aquí ha venido un entrenador nuevo que no conoce a los jugadores, ni el club ni la categoría. Necesita tiempo y hay que dárselo. Lo que pasa es que en fútbol mandan los resultados. A ver si mientras él nos va conociendo y nosotros asimilamos sus ideas podemos conseguir buenos resultados.

- ¿Ayudará la victoria a devolver la paciencia y la ilusión a la grada?

- Sí, pero al final la ilusión de los aficionados depende de nosotros. Sólo por ganar un partido no hemos conseguido nada. Hay que seguir en esta línea, y si la gente ve que vamos a más y que estamos en la zona alta de la clasificación, seguro que se va a enganchar. Otra cosa es que los resultados no acompañen y se agrave el lastre de desilusión de los últimos años.

- ¿Volveremos a ver banderas en los balcones?

- Ojalá, ojalá. Nosotros somos los primeros que queremos que todo esto cambie. El descenso fue un palo muy duro, pero estamos ante una nueva temporada y hay que olvidar el pasado porque ya no tiene remedio. Estamos centrados en Segunda.

«Volver a Eibar fue especial, pero empieza el partido y te olvidas de todo»

- ¿Cómo vivió su regreso a Eibar, con tantos viejos amigos y recuerdos?

- Fue un día especial porque pasé muy buenos años allí. Pero luego empieza el partido y ya ni te acuerdas de dónde estás y sólo piensas en lo que tienes que hacer. Tampoco me dí mucha cuenta de que estaba en Ipurua.

- ¿No se le hizo raro llegar al campo en el autobús de otro equipo y cambiarse en el vestuario visitante?

- Sí, porque ves a gente conocida y compañeros con los que han compartidos muchas cosas. Pero luego, con la importancia de los tres puntos que había en juego, no te da tiempo a pensar en nada. Simplemente te centras en tu trabajo y tratas de hacerlo lo mejor posible.