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Mikel Astarloza ya piensa en la Clásica después de su gran Tour. [LUSA]
«Aunque llegues delante, para ganar la Clásica hay que tener cierta rapidez»
MIKEL ASTARLOZA | CORREDOR DE EUSKALTEL-EUSKADI

«Aunque llegues delante, para ganar la Clásica hay que tener cierta rapidez»

Lo mejor del corredor nacido en San Pedro está por llegar. Con 27 años, Mikel Astarloza acumula una experiencia importante que debe de ser clave en su futuro.

BENITO URRABURU

Jueves, 2 de agosto 2007, 17:11

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Mikel Astarloza ha sido uno de los pocos fichajes que le han resultado rentables a Euskaltel-Euskadi en la presente temporada. La formación vasca, que necesita caras nuevas, nombres para el futuro, ha encontrado en el corredor guipuzcoano un ciclista sólido, serio, buen profesional. Las dos partes, equipo y corredor, están encantadas de haberse conocido.

- Usted ya tenía experiencia en el Tour de Francia. ¿Qué ha cambiado en esta edición respecto a años anteriores?

- Que he conseguido mantener una buena línea desde el prólogo hasta llegar a París. He estado siempre entre los diez primeros. En los Alpes estuve a muy buen nivel. Son puertos más largos y fáciles que los de los Pirineos. Yo soy un corredor diesel y los cambios de ritmo me van peor. Me quedaba descolgado en los penúltimos puertos, pero enlazaba bajando y me metía delante.

- En las contrarrelojs, ¿también ha mantenido esa regularidad?

- Terminé décimo en las dos. Eso me ha permitido ganar tiempo con respecto a los escaladores. En los Pirineos intenté perder lo menos posible.

- ¿Cómo ha terminado el Tour?

- Yo diría que muy entero. Físicamente ha sido duro. Apretar para no perder tiempo cuesta.

- ¿Le han exigido mucho en el seno del equipo?

- La presión me la meto yo mismo. Siempre he sido así. No hace falta que me la meta nadie. En la última contrarreloj, Igor me dijo que no me presionase, que llevaba un buen Tour. Estuve muy nervioso. Tenía cerca a Soler, a Kirchen y a Valverde. Podía pasarme Pereiro. Para mí eran cosas importantes. Soy un corredor que siempre funciono bien con presión.

- ¿Se ha quitado alguna espina con ese noveno puesto?

- Yo soñaba con hacer entre los diez primeros del Tour y ya lo he conseguido. Es un sueño hecho realidad. Veía que iba mejorando cada año. No ha sido de casualidad. He estado cerca de los mejores.

- ¿Le ha quedado alguna cuenta pendiente con el Tour? ¿Quizá poder ganar alguna etapa?

- Somos muchos los que pensamos en ganar una etapa en el Tour. Yo creo que todos los que salimos. Es cuestión de que te salga. Es difícil ganarla, aunque estés bien de forma. Estar entre los diez primeros tiene más mérito. No es cuestión de suerte. No hay que fallar o hacerlo lo menos posible.

- Lleva una temporada muy cargada de competiciones. ¿Lo acusa?

- Hasta el momento tengo 60 días de competición y 20.000 kilómetros recorridos, contando los de entrenamiento. ¿Cansado? Cansado estoy. Llevo toda la temporada en mis espaldas. Estoy apretando desde las Seis Horas de Euskadi. A la Vuelta al País Vasco llegué bastante bien, con la idea de trabajar para Samuel Sánchez. Luego descansé un poco y corrí el Dauphiné Liberé. En esa prueba, Euskaltel tampoco me presionó para nada, pero es una carrera que me ha gustado siempre, en la que tenía ilusión por hacerlo bien. Desde que corrí en el Ag2R es una prueba que valoro mucho. Quería hacerlo bien y la terminé en séptima posición. Intentar meterte entre los diez primeros del Tour supone mucho desgaste. Hay que estar pendiente de los cortes, del viento, de no perder mucho en las subidas para luego poder cazar bajando. Es una tensión importante.

- ¿Ha tenido algún día malo en tres semanas de carrera?

- Yo considero mi día malo la etapa del Aubisque, que fue en la que más tiempo perdí, siete de los catorce minutos que cedí en toda la carrera. En esa etapa cedí la mitad de todo el tiempo perdido. Hubo un cúmulo de circunstancias que se me juntaron.

- ¿Cuáles?

- Me quedé solo en el Marie Blanque. Bajando no pude coger al grupo de cabeza como otros días. Tácticamente fallé y no pude estar delante. Los cálculos algunas veces fallan.

- De todos los Tours que ha corrido, ¿ha sido en el que mejor se ha encontrado?

- Ha sido el mejor en cuanto a resultados y físicamente. En ningún otro me he sentido igual. Cuando ves que el cuerpo te responde todo es más fácil. He estado igual de regular que otras veces, pero con un peldaño por encima en cuanto a resultados.

- ¿Sabe lo que va a correr hasta que finalice la temporada?

- La Clásica de San Sebastián, con la idea de hacerla a tope, y el Eneco Tour. Igual corro alguna otra prueba más. ¿La Vuelta a España? No, no estaré en la Vuelta.

- ¿Qué piensa de la Clásica?

- La conozco bien. He llegado dos o tres veces en el grupo de cabeza, pero yo estoy penalizado en ese tipo de llegadas. No soy rápido y, al final, si no tienes una cierta rapidez no sacas rendimiento de la carrera. Si no eres rápido terminas el veintisiete y es como si no hicieses nada.

- La cercanía con el Tour de Francia puede traernos una carrera diferente a la de otras ediciones

- Veo igual la carrera. La misma prueba lo dice, es una clásica, con el mismo recorrido, en la que se va a ir como siempre. Jaizkibel pondrá a cada uno en su sitio. Si la escapada de Jaizkibel sale bien y saca tiempo, llegará a meta. De lo contrario, el grupo de atrás cogerá al de cabeza y en la meta habrá un paquete numeroso de corredores. Cada vez hay más igualdad y no es fácil que se rompa totalmente la carrera en Jaizkibel.

- El momento de forma con el que han salido muchos corredores del Tour puede influir en el resultado final.

- Tienes el golpe de pedal del Tour, que es bueno, pero también el cansancio acumulado. De un Tour no te recuperas en cinco días. El ritmo lo vas perdiendo. Tienes que jugar con el cansancio y el ritmo.

- ¿Y la gente que viene de casa?

- No hay ningún favorito claro. Hay corredores como Valverde, Rebellin, Menchov, Haimar, Sastre o yo, entre otros, que debemos de estar delante. Ganar será otra cuestión. Si llega un grupo grande a la meta puede pasar de todo. El abanico de posibilidades es mucho mayor. Seguro que salen muchos más nombres.

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