Añorga se conecta a la ciudad
Hoy se inaugura el paseo y bidegorri por la antigua vía de Euskotren. Lo que en su día fue una odisea, hoy es una realidad: Ir de Errekalde a Añorga Txiki a pie, en bici o en silla de ruedas
AINGERU MUNGUÍA
Viernes, 10 de agosto 2012, 17:38
Los añorgatarras llevan semanas disfrutando de una obra colateral a las importantes transformaciones que se acometen en el barrio desde hace cuatro años. El desdoblamiento de la línea de Euskotren con otro trazado ha permitido convertir la antigua vía del tren en un paseo y bidegorri prácticamente llano entre Errekalde y Añorga Txiki. Esto quizás hubiera sido baladí en otra zona, pero no lo es en Añorga, un barrio históricamente condicionado por la N-I y con muy malas comunicaciones internas. «Ahora nos sentimos conectados», nos dijo una pareja en un paseo al atardecer entre vecinos haciendo footing, dueños con su mascota y ciclistas circulando en los dos sentidos.
El primer paso para lograr conectarse con el resto de la ciudad a pie y en bici se logró en 2006 cuando se habilitó un camino entre Errotaburu y Añorga Txiki paralelo a la vía ferroviaria. Desde entonces, los vecinos de este extremo del barrio pueden ir andando o pedaleando hasta Ibaeta donde enlazan bien con la avenida de Tolosa o con el bidegorri que desde la estación de Iza comunica directamente con Morlans y Amara.
Pero no solo faltaba conectar con el resto de la ciudad, sino lograr una comunicación interna entre las diferentes partes de Añorga, algo que seguía siendo una odisea. Algunos vecinos nos explicaron que para venir desde Errekalde a Añorga Txiki algunas personas cogían el coche o incluso el autobús, para no tener que bajar al arcén de la carretera.
Cuando se planteó la construcción del desdoblamiento ferroviario, los vecinos pidieron en seguida que el antiguo trazado se aprovechara para comunicar las diferentes partes del barrio dado que pasaba por todas ellas: la estación de Errekalde, Cincuentenario, Karmengo Ama, el caserío Eguzki Lore, Arzak Enea, la casa de cultura, el campo de fútbol, el frontón, la iglesia y finalmente la rotonda de Añorga Txiki. La Diputación cogió el guante y firmó en 2009 un convenio con el Gobierno Vasco para financiar esta obra (1,3 millones de euros), que se acometería una vez ejecutado el desdoblamiento ferroviario (finalizó en abril de este año). El nuevo paseo de Añorga arranca en el nuevo apeadero de Errekalde donde parte un bidegorri pegado a la vía del tren y un paseo en la nueva urbanización realizada en la zona. Una vez superado Karmengo Ama se inicia una suave bajada hacia la nueva rotonda en construcción en la antigua N-I, una carretera que se convertirá en dos años en un boulevard urbano, con otro bidegorri en la margen derecha (junto a la regata reencauzado y la fábrica). La pista tiene 1.700 metros de longitud y 4 metros de anchura, la mitad para ciclistas y la mitad para peatones. El recorrido esta flanqueado en algunas zonas por vallas de madera, y hay señalización horizontal y vertical que indica que se trata de una zona de coexistencia de bicicletas y peatones. Unas señales insuficientes, a juicio de algunos vecinos, que ya han advertido de la excesiva velocidad a la que circulan muchos ciclistas que se embalan en este recorrido llano y sin obstáculos. En el suelo no se han pintado señales de límite de velocidad que existen en otras zonas de la ciudad. El trazado tiene farolas led con sensores (cada cinco unidades) que, para ahorrar energía, dan la señal para encender la luz cuando pasa una persona.
El bidegorri pasa debajo de la actual puente ferroviario al llegar a la rotonda de Añorga Txiki y cruza la calzada por un paso semaforizado. «Hemos pasado de todo en estos tres años de obras, pero este paseo ha dado vida al barrio», reconocen los vecinos. Al atardecer y los fines de semana, en la pista hay 'overbooking'. La Diputación lo inaugura hoy oficialmente a las 11.30 horas en el campo de fútbol.