Semana Grande donostiarra
Doble programación. Con la vieja polémica sobre qué tipos de músicas programar de por medio, la fiesta mayor donostiarra cuenta con dos escenarios principales.
:: I. ZARATA
Viernes, 10 de agosto 2012, 14:44
Sabido es que mientras en las ciudades vecinas la generosidad programadora municipal suele contentar a casi todo el mundo en cuanto a las músicas que suenan en sus fiestas mayores, la Aste Nagusia donostiarra arrastra la tradición de programar menos conciertos y generar polémica. Con el cambio de mayoría municipal, el año pasado hubo rifirrafes entre políticos sobre el cartel musical, que fue reforzado en su carácter euskaldun. Parecidos roces han vuelto a suceder este año con los recitales previstos en Sagues, en cuanto a filosofías musicales, lingüísticas o directamente programáticas como la supresión del concierto del segundo sábado festivo. A las diferencias artístico-ideológicas se añade ahora un factor obligado: los recortes económicos. Los responsables municipales han apelado a la necesidad de apretar los presupuestos para incidir en la contratación de grupos vascos. Y es cierto que suelen cobrar menos que los grandes nombres españoles y se supone generan menos gastos en cuanto a alojamientos-dietas. Así que nada de estrellas rutilantes en plena crisis: los conciertos principales de Sagues serán este año más de andar por casa y mayoritariamente protagonizados por formaciones vascas.
Mañana sábado abrirán fuego Zea Mays y Doctor Deseo, reconocidos grupos rockeros vascos con sede en Bizkaia. El domingo, el ambiente será festivo con Esne Beltza, orientado hacia sonidos festivos y prácticamente verbeneros, si desvestimos al término de prejuicios.
El lunes 13 regresa el rock, en su caso con tendencia hacia lo llamado «urbano», con los cántabros La Fuga, uno de los grupos post Barricada con más tirón entre ese tipo de públicos. Radical cambio de ambiente para el martes con la Aste Nagusia Dance, sesión de pinchadiscos y ambiente musical de club.
El miércoles 15 habrá doble sesión de carácter musical menos al uso, con el triki-tecno de los arrasatearras Gose y Fuel Fandango, formado por la cantante cordobesa Nita y el productor Ale Acosta (ex Mojo Project) en clave tecno-rock a la flamenca. Pasaron por Donostia presentando su disco y estuvieron en Big Festival de Biarritz.
Otra vuelta de tuerca estilística para el jueves 16, con los hip-hoperos DJs locales 100% Gourmet y la visita de La Mala Rodríguez, una de las raperas más reconocidas del panorama español, que fue sustituida en el cartel del año pasado a causa de la cuota de euskera del programa. Precisamente cien por cien euskaldun y muy rockero será el cierre de cartel, el viernes 17, con Anai-Arrebak y Ken Zazpi. Los primeros, con residencia en Pasai Donibane, representan una nueva hornada de grupos sin demasiadas trabas estilísticas. Y K7 son ahora mismo, con Berri Txarrak, lo más destacado del panorama rock euskaldun en cuanto a arrastre de gente.
Queda efectivamente huérfana la noche del segundo sábado en Sagues. El Ayuntamiento ha razonado que con la fiesta pirotécnica del 100 aniversario del Teatro Victoria Eugenia se cubre esa noche. Pero hay un factor que no se suele poner sobre la mesa a la hora de analizar globalmente la programación: lo que aporta el colectivo Donostiako Piratak.
Se ha oficializado su fiesta de abordaje de vísperas y este año van a lanzar el cañonazo oficial de apertura de fiestas. Pero es precisamente en el apartado musical donde su iniciativa cobra vigor, reforzando seriamente las noches de Sagues con su calendario de conciertos en el Puerto. De hecho, el doblete del segundo sábado, con los valencianos Obrint Pas y los guipuzcoanos Governors, llenará en parte la oferta rockera que no va a existir esa noche junto a La Zurriola.
Pero es que su programa general va suponiendo, año tras año, un interesante equilibrio de espacios musicales jóvenes entre el Centro-Parte Vieja y Gros-Sagues. En este año, con muchos grupos de casa y algún refuerzo foráneo: los punks The Real McKenzies o los veteranos eskatalítikos Bad Manners. El programa donostiarra no tiene mucho que ver con la amplitud musical de sanfermines o la Aste Nagusia bilbaína. Pero esos vecinos no cuentan con la programación previa, gratis y al aire libre, del Jazzaldia.