Mercadona anuncia que estudiará su implantación en el País Vasco
Euskadi y Navarra son las dos únicas comunidades autónomas donde aún no cuenta con presencia
CÉSAR CALVAR
Jueves, 8 de marzo 2012, 12:11
Era cuestión de tiempo. Una vez que Mercadona anunciara a principios de año que iba a iniciar en 2013 su implantación en Navarra, una de las dos únicas comunidades autónomas donde aún no cuenta con presencia, se esperaba que más antes que después manifestara su interés por llegar también a Euskadi. Y eso ocurrió ayer. El presidente de la cadena de supermercados, Juan Roig, aprovechó la presentación de resultados para desvelar que estudiará su implantación en el País Vasco, con lo que culminaría su presencia en toda España. Hasta el acuerdo cerrado para la apertura de su primera tienda en Navarra, los supermercados de Mercadona más cercanos al País Vasco se encuentran en Santander y Miranda de Ebro.
Fuera de las fronteras españolas, para 2012 Mercadona tiene muchos planes. El más ambicioso es su implantación en otros países. Entre los que baraja citó Portugal, Francia, Italia y Bélgica. Su intención es comprar alguna pequeña cadena en alguno de estos países para después implantar su modelo de negocio.
El grupo de supermercados saca músculo en medio de las dificultades que atraviesa el sector de la distribución y exhibe al cierre de 2011 unos resultados que muchos de sus competidores querrían para sí. El año pasado, en un entorno marcado por las tensiones financieras, por el aumento del paro y el frenazo en seco de la actividad, el gigante creó 6.500 puestos de trabajo, abrió 46 tiendas (netas), mejoró su facturación un 8% y su beneficio después de impuestos un 19%, hasta 474 millones de euros. Roig calificó 2011 como «el mejor de la historia» de su empresa.
A favor de la reforma
El presidente de Mercadona aprovechó el acto para explicar sus recetas para salvar a la economía española del negro panorama que acecha: aumentar la productividad, acabar con el «derroche» público y privado, fomentar la cultura del esfuerzo y «cambio de actitud» en la población. «Pensemos más en nuestros deberes y menos en nuestros derechos», resumió. En materia de derechos laborales, Roig se declaró «totalmente a favor de la reforma laboral» e indicó que él incluso «hubiera ido más allá» de los cambios introducidos por el Gobierno de Mariano Rajoy. Explicó que si a él le correspondiera diseñar el futuro marco de relaciones laborales perseguiría mucho más el absentismo, eliminaría la potestad de las mutuas para dar altas y bajas y tomaría medidas para «desincentivar el paro».