«Ha llegado el momento de proclamar que no existen los tontos ni los brutos»
Aura Sofía Díaz Uzcategui La psicóloga preventiva y las tres caras de la mente
PPLL
Martes, 15 de noviembre 2011, 03:48
Venezolana de San Cristóbal. Licenciada en Psicología, con Master en Desarrollo de Organizaciones y Doctorado en Desarrollo Humano por el Instituto Fielding de California. Formada en muchas áreas de los nuevos estudios sobre el cerebro humano, ha dado conferencias por todo el mundo, dirigidos talleres de crecimiento humano, participado en mesas de negociación y diálogo y colaborado estrechamente con Elaine de Beauport, docente americana fundadora del Instituto Mead e investigadora del universo de las inteligencias múltiples. Ella escribió junto con Aura Sofía 'Las tres caras de la mente' que sepresentó hace nada en Donostia. Charlamos al anochecer en una tahona de Gros. - Ayúdeme a borrar la definición de inteligencia que hasta ahora hemos venido utilizando. - ¿Cuál de todas? Ha habido tantas. - Esa que más o menos afirma que quien es inteligente lo es porque puede resolver logaritmos, programar ordenadores o descubrir la vacuna contra el Sida. Los premios Nobel de Ciencia, Física, Química, Economía... - Pero esas son ya definiciones muy remotas. Hasta en el diccionario de la Real Academia de la Lengua las cosas han cambiado. ¿Qué pone? - Inteligencia: Capacidad de entender o comprender. Y de resolver problemas. - ¿Qué más? - Habilidad, destreza y experiencia. Sustancia puramente espiritual. - Exacto. Ser inteligente significa lidiar con las capacidades mentales de los tres sistemas del cerebro. - Que son... - Pensamiento, sentimiento y comportamiento. Cada uno de nosotros podemos ser magníficos en cualquiera de los tres. Y si lo somos en los tres, mejor pero te juro que ha llegado el momento en que decir que existen los tontos o los brutos no es sólo ridículo e insultante sino científicamente falso. - ¿En serio? - Totalmente. Toma el ejemplo de la gente con síndrome de Down. Son maestros de la inteligencia emocional. Aman a sus padres, a los suyos mejor que muchos de nosotros. Son excepcionales en lo que se refiere a la inteligencia del comportamiento. Buenísimos en acciones que exigen repetición, rutina, rigor. ¿Sabías que en Estados Unidos muchos trabajan, muy eficientemente, como 'office boys'? - ¿El noble oficio del botones? - Lo que se ve tanto en las películas, esos muchachos que transportan las cartas y los recados por todos los pisos de una gran compañía, entregando cada mandado a su destinatario. Una persona de las oficialmente inteligentes acabaría por distraerse. O un buen día 'pasaría' de volver tres veces hasta dar con quien ha de recibir ese paquete. Los Down nunca cometerán ese error. - Si nadie es tonto y todos somos inteligentes, la pelota queda en el tejado de los educadores. - Por supuesto. Son ellos los que han de detectar en cuál de las múltiples inteligencias es bueno el alumno que tienen enfrente. Hasta hace muy poco estábamos empeñados, empecinados, en una enseñanza muy lineal, que transmitía los conocimientos secuencialmente. Ahora comprendemos que también es imprescindible el aprendizaje espacial,el visual o el que llega por las computadoras. El cerebro tiene dos hemisferios. El izquierdo es el más austero, rígido, científico. El derecho, hasta hoy ninguneado por muchos investigadores, es el místico y emocional, el sentimental. Pero ambos están conectados por el cuerpo calloso del cerebro y resulta que las vibraciones eléctricas pasan de uno a otro. Y se complementan. Y se enriquecen. - ¿Vibraciones eléctricas? Entonces el Dr Frankenstein, que quiso crear vida con electricidad no estaba tan equivocado. - No. Somos electricidad, química, carne. Y sucede que, lo dijo T. de Chardin, no puede haber alma santificada sin cerebro desarrollado; un cerebro que es permanente flujo de información y energía en constante interacción con el entorno. - Energía somos, ¿verdad? - Somos la pura fórmula de Einstein: E=MC2. - ¿Por qué hemos puesto ahí arriba 'psicóloga preventiva'? - La Psicología no puede curarte. Te curas tú. Solo puede prevenir. Y en tratamientos cortos, no agresivos.