El talde desmantelado tenía cinco bombas lapa idénticas a la que mató a Puelles
La Guardia Civil cree tener pruebas para implicar a los detenidos en varios atentados. Sospechan que los cuatro presuntos etarras podrían estar activos desde la tregua de 2006
MELCHOR SÁIZ-PARDO
Jueves, 3 de marzo 2011, 09:37
El comando desarticulado la madrugada del martes en Bilbao y Galdakao por la Guardia Civil escondía entre su vasto arsenal cinco bombas lapa de última generación, todas ellas listas para ser usadas a falta de conectar los detonadores y los sistemas de activación de sensor de movimiento. Se trata de unos artefactos idénticos al que ETA usó para asesinar el 19 de junio de 2009 al inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles, en Arrigorriaga.
Según desvelaron mandos de la lucha antiterrorista, en el trastero que el presunto jefe del grupo, Daniel Pastor, tenía en Galdakao los agentes se incautaron de cinco paquetes plastificados de la nueva pentrita de fabricación casera de alta potencia con la que la organización terrorista viene cebando sus bombas lapa, al menos, desde octubre de 2007.
Cada uno de los paquetes es de 500 gramos y está perfectamente precintado. Exactamente, explicaron los técnicos del instituto armado, el mismo tipo de confección, idéntica sustancia e igual cantidad que la que tenía el artefacto que la Policía logró recuperar intacto, el 16 de septiembre de 2008, de los bajos del vehículo particular del agente de Basauri que salvó la vida milagrosamente tras recorrer diez kilómetros con el artefacto adosado a su vehículo sin que llegara a estallar.
Los especialistas de la Guardia Civil también apuntan a que ese mismo tipo de potente bomba lapa fue la que «casi con toda probabilidad» ETA hizo explosionar bajo el coche del escolta privado Gabriel Ginés el 9 de octubre de 2007 en Bilbao y que causó heridas de gravedad a la víctima.
Las nuevas bombas lapa encontradas en el arsenal del último comando desmantelado en Vizcaya se fabrican a base de pentrita y nitrometano, el combustible de aeromodelismo que ETA utiliza como potenciador de sus artefactos, y del que también se han encontrado quince litros en el garaje de Galdakao.
Este tipo de artefactos se conocen como «sistemas de bomba lapa multipropósito», ya que no pretenden, como antes, matar o mutilar al conductor con la onda expansiva y la metralla, sino que tienen como objetivo, según las fuentes consultadas, provocar un incendio, deformar el vehículo para evitar que se puedan abrir las puertas y convertir así la cabina en una ratonera en la que la víctima muera calcinada.
En el arsenal del grupo desarticulado, apuntaron mandos de la investigación, también se hallaron los sistemas diseñados 'ex profeso' por la organización terrorista para anclar esas lapas en lugares casi indetectables, bajo los bastidores y muy cerca del depósito de gasolina, y varios sistemas de activación por movimiento a base de «ampollas de mercurio».
Con estos indicios, los investigadores creen cada vez más posible poder acusar a los cuatro detenidos en Vizcaya de los ataques a Eduardo Puelles, Ginés y el policía de Basauri. Otro hallazgo en el arsenal incautado podría igualmente servir para vincular a este grupo de presuntos etarras 'legales' (no fichados) con otros dos atentados, los sabotajes a repetidores de las inmediaciones de Bilbao, ocurridos en febrero y en noviembre de 2008. Los detenidos tenían también carteles con la leyenda 'kontuz bomba' (cuidado bomba) idénticos a los encontrados junto a las antenas atacadas.
Interrogados
No obstante, la Guardia Civil está convencida de que el comando tiene una trayectoria todavía más dilatada y que podría ser responsable de más de una decena de atentados en Vizcaya, Cantabria y Burgos. Los cuatro sospechosos, Pastor, Lorena López, Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, comenzaron a ser interrogados ayer en dependencias de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Según fuentes del caso, los presuntos etarras se mostraron especialmente arrogantes y en ningún momento se avinieron a colaborar.
Los agentes quieren saber ante todo desde cuándo está operativo este comando 'legal'. A pesar de que no respondieron al interrogatorio, los investigadores aseguran tener pruebas de que el grupo ya funcionaba en 2007, lo que podría vincularle con una decena de atentados, pero sospechan que el comando, o al menos algunos de sus componentes, podrían haber comenzado sus andanzas en 2002, lo que ampliaría la investigación a 29 ataques sin resolver en Vizcaya y territorios aledaños.
Sea como fuere, un hallazgo apunta a que el comando podría estar activo incluso desde la anterior tregua de ETA, la declarada entre marzo y diciembre de 2006. En poder del talde había un Zutabe (boletín interno de la organización terrorista) de abril de 2006.
Otro dato avala la supuesta veteranía del grupo, el subfusil MAT de fabricación francesa encontrado en el arsenal dejó de fabricarse en 1979 y, aunque la organización los distribuyó de manera profusa entre sus pistoleros, hace años que ETA no reparte ese tipo de arma entre sus comandos.