Descarga de rock contra la crisis

Desafiando a la crisis económica, al Mundial, y al paulatino declive de la burbuja de festivales, cuyo mapa ha entrado en la intuida fase de reestructuración y reordenación de macrocitas estivales, el Azkena, el certamen rock en Euskadi por excelencia de alcance internacional, abre de nuevo hoy sus puertas en Gasteiz un año y un mes después de su anterior cita.

El certamen alcanza su novena edición con uno de los carteles más equilibrados de su historia. Sonarán por encima de las 30 bandas, en una abrumadora oferta que se moverá dentro de unas coordenadas que, como ya es habitual en el festival, exhibirá todo tipo de estilos próximos y hermanados con el rock (punk rock, garaje, blues, hard rock, rockabilly, glam) pero que también este año parece haber redondeado una, de entrada, atractiva selección para todas sus jornadas.

Al menos a priori, el XIX Azkena exhibe un programa rotundo que incorpora a nuevos valores y promesas emergentes de reputación creciente, bolos exclusivos, regresos, grupos con gran tirón de masas, leyendas, viejas glorias, resurrecciones y nombres con ascendente en sus respectivos géneros.

La cita ha vuelto a bailar de fecha y pasa de celebrarse en mayo, como el año pasado, a finales de junio; una política justificada por la posibilidad de cerrar la contratación de cabezas de cartel. Llegan con esa vitola y respondiendo a esa condición en esta edición dos nombres por encima del resto aunque han cimentado sus carreras por caminos y derroteros radicalmente opuestos: Kiss y Bob Dylan.

No sólo parece que se consolida el jueves ya como definitivo primer día a todos los efectos del programa, tras consagrarse en anteriores ediciones a acoger una especie de fiesta a modo de bienvenida con un número reducido de grupos, sino que se incluyó ayer miércoles dentro del programa de este año un concierto a modo de anticipo de Quique González en el teatro Principal y repiten, por segundo año, los conciertos matinales gratuitos al aire libre (13.30 horas) en la céntrica plaza de la Virgen Blanca. En esta ocasión serán tres y a cargo de Imelda May (viernes), El Vez (sábado) y The Experimental Tropic Blues Band (domingo).

Fin de la incertidumbre

Atrás parecen haber quedado de forma definitiva las discrepancias con el consistorio vitoriano por la cuantía presupuestaria en forma de subvención aportada por el ayuntamiento de Gasteiz, que la organizadora de la cita, la promotora bilbaína Last Tour, consideraba insuficiente y a punto estuvo hace dos años de saldarse con un traslado del festival a otra ubicación.

Además del indiscutible reclamo que supondrá la presencia de Kiss, el cartel ofrece también destacadas presencias: la llegada de Slash con disco en solitario repleto de colaboraciones estelares, el rock clásico elegante de Chris Isaak, músico difícil de ver por estos pagos; el espectáculo total de El Vez, la resurrección de Robert Gordon con Chris Spedding y el batería de Stray Cats o el nuevo proyecto del siempre inquieto Nicke Royale, ex Hellacopters, con músicos de Datsuns y Backayard Babies.

Habrá como siempre conexiones con Australia y los países nórdicos, bien representados en esta edición por los legendarios The Saints y The Hives, respectivamente. Junto a ellos, rockeros en alza como Hold Steady, el hard de Airbourne o el gamberrismo y la furia que protagonizan Black Lips, la ambigüedad de Toilet Boys, el blues rock de Gov't Mule o el rock stoniano de Dan Baird. El festival, que alcanzó su techo de público en 2006 con unas 44.000 personas, recibió el año pasado a 34.000 espectadores.