«Aunque las mujeres vivan más, no disponen de una mayor calidad de vida»
La socióloga María Ángeles Durán afirma que los hombres mueren más jóvenes, «pero más guapos, más ricos y más felices»
J.M.
Viernes, 18 de junio 2010, 05:03
María Ángeles Durán, catedrática en Sociología y profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, manifestó ayer que el tiempo es un recurso escaso. Desglosó el tiempo diario: las 24 horas del día que nadie nos quita -independientemente del género al que pertenezcamos- y el tiempo vital. En este último consideró que la esperanza de vida es un factor crucial e informó que en la actualidad hay cifras especulativas que estiman que ésta puede estirarse hasta los 130 años.
«La verdad estadística es que las mujeres 'duran' más, pero la cantidad no asegura calidad», y asemejó este hecho a un «caramelo envenenado, un ticket que regala años de vejez».
Añadió que las mujeres viven más, entre otras cosa, por factores biológicos, pero «regalan su tiempo trabajando sin cobrar y al perder antes a su cónyuge, por estadística, terminan sus vidas solas y sin dinero».
Continuó señalando que «los hombres mueren guapos, ricos y felices, porque no tuvieron tiempo de estropearse y porque vendieron su tiempo por un salario».
Durán cuestionó el concepto del trabajo en relación con el tiempo: «Desplazarse al trabajo es trabajo, pero llevar a los niños al colegio no lo es. ¿Cuánta actividad de trabajo no pagado tiene la sociedad?», se preguntó la Premio Nacional de Investigación 2002.
Advirtió que el mayor desafío para España va a ser pagar «el tiempo que consume la población dependiente», que en la actualidad es cubierto desinteresadamente por mujeres mayores de 65 años, en su mayor parte.
En su intervención en el curso '¿Tiempos para la igualdad? Reflexiones sobre el tiempo, el género y la organización social', Durán clarificó el cambio de modelo familiar patente en la sociedad actual. «En el presente, el intercambio tradicional: un cónyuge en casa y otro en el trabajo no sirve. Tener pareja ya no es sinónimo de una vida juntos, ni de tener varios hijos. Estos cambios sociales afectan negativamente a la tasa de natalidad». Añadió que «la natalidad se desliga del cuerpo de las mujeres y se convierte en un proceso engorroso cuya duración se intenta reducir».