Los 'amigos de Juanito Lope' preparan nuevas actividades del centenario

Iñigo Gabarain es el presidente, Paco Lizarralde el secretario, y Juan Bautista Aranzabe y Justi Lope (sobrina del escultor), ejercen como vocales.

Los primeros homenajes llegaron en los pasados carnavales, no en vano, Juanito fue un artífice de esta fiesta, uno de sus exponentes más recordados en una época marcada por la austeridad.

En la tamborrada del Sábado Regular, el Ayuntamiento entregó un presente a los familiares de Lope, y hubo también varias comparsas que le homenajearon a título particular.

El programa conmemorativo sigue adelante y culminará el próximo 12 de septiembre, fecha en la que se cumplirá el centenario del nacimiento del escultor tolosarra.

Entre las actividades, sobresale una exposición que ocupará la parte central del palacio Aranburu.

Iñigo Gabarain comentó, durante la presentación de la 'Asociación', que en Tolosa tenemos la suerte de albergar esculturas abstractas de los mejores artistas vascos contemporáneos (Oteiza, Chillida, Basterretxea, Ugarte, Anda, Jauregi). «Se lo agradecemos al CIT, pero tenemos otras muchas obras de un escultor nuestro, todas figurtivas y que son homenajes a otros ilustres tolosarras (Pablo Gorosabel, Felipe Dugiols, Ramos Azcarate, Fray Francisco, Adrián Lasquibar)».

Además, si examinamos un poco el catálogo de sus obras, nos encontramos trabajos de Juanito diseminados por localidades de todo el territorio: bustos en Ataun, Amezketa, Ordizia, Elgeta, Zumarraga, estatuas en Beasain y Zarautz, y bajorrelieves como el del gigante de Altzo.

Asimismo podríamos citar una larga lista de tallas de madera, caricaturas que dibujó y escudos que preparó para algunas de nuestras sociedades gastronómicas, todavía visibles hoy en día.

Adiós a los pasos

Desgraciadamente, los pasos de Semana Santa se estropearon y ya no nos queda ninguno, ni siquiera 'El Cirineo', uno de sus mejores encargos, hecho en escayola y formado por tres figuras: la de Jesús, la de un soldado romano y la de Simón de Cirene.

Pero lo más destacable de esta ingente obra realizada por Juanito, según contó Gabarain, es el hecho de que la mayoría de sus trabajos, por no decir todos, fueron obsequios.

Juanito era conocido con el apodo de 'el Escayolas', pero el propio Iñigo desveló que también le llamaban 'El Quijote tolosarra'. Y le llamaban así porque no vendía su obra; no quería venderla, sino regalarla.

«Podía haber ganado mucho dinero, sobre todo cuando tuvo la oportunidad de trabajar para uno de los mejores escultores de la época, el valenciano Mariano Benlliure. Pero Juanito prefirió Tolosa a Madrid y antepuso la amistad a la ambición», explicó Gabarain, que quiere lograr del Ayuntamiento la cesión de un local para poder exponer la obra de Lope de forma permanente.