La nieve condicionó la mañana ferial

Precipitación que en la estación meteorológica ubicada en el depósito-central de la calle Egutera Bidea reseñaba un total de 5,8 litros por metro cuadrado, y un espesor de nieve que alcanzó los 12 centímetros. A las 9 de la mañana la temperatura era de dos grados negativos, si bien a partir de ahí se daba la vuelta y a las 14.00 era de seis grados en positivo, brusco cambio, que propiciaba que la nieve desapareciera, totalmente, sin dejar rastro, por encima de la cota de los 700 metros.

Y aunque el aviso, es decir, el pronóstico, dio en el clavo, las primeras horas de la mañana convirtieron sobre todo la movilidad rodada por carretera en un lío mayúsculo, que impidió en la comarca el normal desenvolvimiento de los autobuses urbanos e interurbanos. La red ferroviaria funcionó, aunque en ocasiones con algún retraso.

Y así las cosas, una jornada ferial, que como hecho sociológico y 'un caso etnográfico', que es y representan, entre los más castizos, comentarios, a pie de Plaza, del tipo «no sé cómo nos dejaron entrar en la Unión Europea», etc. Y desde el punto de vista del parqué agropecuario, una propuesta de mínimos por parte de los vendedores, en torno al 25% de lo habitual, aunque llamativa, ya que si bien no faltó a la cita un veterano como Javier Lacalle, que hizo el viaje desde su natal Salvatierra-Agurain, algunos de los de casa no se presentaron. Apuntaba el 'patatero' que en todo el trayecto el tramo de carretera más difícil lo encontró ya en Ordizia, en el caso urbano a la altura de la calle Santa Amalia, cruce con Fueros. En la Arboleda, ni un solo puesto del mercadillo y los pocos que vinieron buscaron refugio y acomodo, poniéndose a buen resguardo en el frontón pequeño. Como ocurre en estas circunstancias, las calles más pendientes del municipio fueron las que más problemas plantearon a la circulación.

A partir de media mañana, todo fue volviendo a la normalidad. A primera hora de la tarde, a modo de primer balance, la Policía Municipal no constataba incidente mayor alguno, al menos digno de mención.