Cien años de la tragedia de los Aguirre y los Jaureguialzo

El lunes, día 6, recibió un telegrama el consignatorio de la Naviera en San Sebastián, Sr. Salazar, anunciándole el terrible suceso y que podrían haber perecido algunos guipuzcoanos que viajaban en 1ªclase. Avisados los familiares, partieron de inmediato a San Sebastián. A lo largo de un día muy tenso se fueron recibiendo más telegramas, confirmándoles al final del día que, desgraciadamente, habían perecido.

Esta trágica noticia se recibió en Idiazabal bien entrada la noche. Reuniéndose de urgencia el Ayuntamiento declaró ocho días de luto oficial y suspendió la fiesta del día siguiente, martes de carnaval. Evocaban que el día siguiente colocaron en el balcón la bandera nacional a media asta, con un gran crespón negro, y de inmediato comenzo a tañir a difunto la campana mayor, que estuvo sonando durante dos horas, un toque por cada difunto y eran doce y el de gloria por cada uno de los niños, lo que entristecía y hacía llorar a todos.

Fortuna en Argentina

La familia de los Aguirre, que hicieron fortuna en Argentina, procedían del caserío Arteaga. En el naufragio perecieron José Marcial Aguirre Berasategui, su esposa Estanislada Goenaga, natural de Segura, la niñera y sus cinco hijos. Desapareció toda la familia. Era hermano de Matías Aguirre, que recientemente había inaugurado el palacete Villa Arraiz-enea junto a la Parroquia San Miguel.

De la familia de Francisco Jaureguialzo, cuyos hijos nacieron en Argentina, perecieron el matrimonio y dos hijos, salvándose los dos hijos internos que estaban en un Colegio de San Sebastian y las tres hijas que quedaron en España. Francisco pudo haberse salvado porque sabía nadar e intentó salvar a los suyos, pero agotado en aquel trance, se abrazaron y perecieron juntos. Los Jaureguialzos procedían del caserío Larrategui. Su hermano Demetrio construyó el palacete Pilar-enea. Y en el año 1914, Francisco inauguró su palacete Villa Floreaga, construido sobre la casa el Hospital para pobres y enfermos de la villa, donación de la Señora del Palacio Maubia. La hija mayor, Juanita, había contraído matrimonio poco antes de que partieran sus padres y hermanos en ese viaje para Argentina, con Angel Unsain, de la contigua Torre Unsain. Éste evocaban que fue el alcalde más culto y activo de Idiazabal.

Cuentan que los años posteriores, muchas personas lo pasaban muy mal al despedirse para embarcar. Para los vecinos de Idiazabal fueron los días más tristes de la historia de la villa.