Tus manos pueden salvar una vida

Cuando además de pararse la respiración se para el corazón, estamos ante una parada cardiorrespiratoria, una circunstancia que a nivel extrahospitalario, es decir, en la actividad del día a día, las estadísticas recogen que se produce cada 20 minutos en España. Y en más de la mitad de los casos, concretamente en el 60 %, el afectado la sufre en presencia de testigos. Episodios conocidos y con un desenlace trágico, lamentablemente no faltan.

De la misma manera estudios y estadísticas reseñan que ante un desvanecimiento, la mayoría de la población no sabría actuar adecuadamente, auxiliar en el primer momento sigue siendo una asignatura pendiente.

Volviendo a la parada cardiorrespiratoria (RCP) valga insistir en que supone el cese, de forma brusca, e inesperada de la circulación sanguínea y de la respiración espontánea y por tanto, el cese del aporte de oxígeno a los órganos vitales, siendo especialmente afectado el cerebro. Cuándo el cerebro deja de recibir oxigeno durante 6-8 minutos se produce la muerte de sus células, produciéndose una situación irreversible.

Evidentemente, en una situación como la que nos ocupa se debe actuar de forma rápida (puesto que el tiempo es esencial), mediante la aplicación de una serie de sencillas maniobras efectuadas por las personas que se encuentran al lado de la víctima que sufre la parada cardiorrespiratoria. Estas maniobras intentarán suplir las funciones respiratoria y circulatoria hasta que los servicios sanitarios se hagan cargo de la situación.

Así las cosas, cuanto antes se inicien las maniobras de reanimación cardiopulmonar, mayor será la probabilidad de éxito, con lo que una intervención rápida y eficaz durante los primeros minutos representa la única posibilidad de supervivencia. De ahí la importancia de que el mayor número de personas posible conozca estas técnicas de reanimación.

En este contexto, la delegación local de la DYA adelanta a mañana sábado la celebración de 'El día de la RCP' y va a llevar a cabo en la Plaza Mayor, de 5 a 8 de la tarde, un taller en el que enseñar, por supuesto de manera gratuita, a las personas interesadas, la técnica básica, es decir utilizando solamente las manos, con las que afrontar una parada cardiorrespiratoria. Destreza para cuyo aprendizaje tan sólo se requieren 10 minutos y no reclama tener conocimientos sanitarios. Y es que, insisten en la DYA, tus manos pueden salvar una vida.