En recuerdo a un gran montañero

Con esta salida, año tras año, la entidad montañera con sede en la calle Arana, homenajea a una persona querida y recordada, al que fuera veterano montañero y maestro de la naturaleza para gran número de generaciones de beasaindarras. Se trata de Juanito Cía Aincioa.

La Sociedad de Montaña Aitzgorri invita a los beasaindarras a sumarse a esta salida, prevista para el domingo. Se saldrá a las 08.00 horas, desde la Plaza de Gipuzkoa. El recorrido a pie partirá de Lizarrusti, para seguir por Lareo y llegar a la cima del Sagastarri.

El recorrido del regreso les llevará a la fuente de Intxusti, Lazkaomendi, y finalmente a la villa vagonera, hacia las 14.00 horas.

Los interesados en participar de esta salida al Sagastarri-Memorial Juanito Cía, deberán inscribirse mañana viernes, a las 20.00 horas, en la sociedad de montaña.

Juanito Cía tenía especial predilección por esta cumbre, Sagastarri, hasta el punto de que allí fueron aventadas su cenizas. A partir de entonces, a esta salida del último domingo del mes de mayo se le conoce con el nombre de Memorial Juanito Cía.

En esa cima del Sagastarri, a 996 metros de altitud, se colocó en su día un buzón de montaña con el nombre de Juanito. Este buzón servía para perpetuar el reconocimiento a la extraordinaria labor realizada durante décadas por él como montañero.

El Sagastarri, al que también se le conoce como Sastarri o Saastarri, está en la sierra de Aralar. La cima domina el área del embalse de Lareo (735 m ) y posee en su entorno un buen número de cavidades que han atraído a arqueólogos y espeleólogos. Son las conocidas como 'Sastarriko kobea' y 'Sastarriko leizea'.

La primera ha sido muy conocida por albergar una laguna interior, fenómeno por otro lado frecuente en las cavidades de la zona. La laguna de Sagastarriko Kobea tiene unos 25 metros de longitud y 10 de ancho.

Cuentan que en su juventud, d. José Miguel de Barandiaran debió de atravesar la laguna de Saastarriko kobea a nado, portando una pequeña vela, para intentar llegar a la otra orilla, donde se decía existían algunos utensilios antiguos usados en las labores propias del carboneo. Llegó al otro lado, pero allí no encontró nada.