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Las 10 noticias clave de la jornada
Los retos de la reproducción se amplían hasta ocuparse también por erradicar enfermedades genéticas, entre otras.
El origen materno de enfermedades adultas

El origen materno de enfermedades adultas

Garantizar la salud del bebé más allá del nacimiento, uno de los grandes retos de la medicina reproductiva

redacción

Viernes, 24 de abril 2015, 11:20

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La genética de la reproducción y la medicina regenerativa, como soluciones a la transmisión de enfermedades y a la infertilidad, son dos de los temas centrales que expertos en medicina reproductiva de todo el mundo debatirán en el VI Congreso Internacional IVI, que se celebra estos días en Alicante.

«Cada edición de este Congreso es una cita con los últimos avances y una mirada al futuro próximo. En la última edición, el trasplante de útero y el nacimiento de un bebé tras éste era un logro que estaba por llegar. Pero el doctor Brännström lo logró el pasado mes de septiembre y hoy ya son tres las gestaciones a término, y una en curso, con esta técnica», ha destacado al comienzo de la rueda de prensa el director médico del Grupo IVI, Antonio Requena.

Erradicar enfermedades genéticas

Lograr el embarazo siempre ha sido el cometido principal de la medicina reproductiva pero a medida que avanzan las investigaciones, los retos de la reproducción se amplían hasta ocuparse también por erradicar enfermedades genéticas y otros desórdenes que impiden el nacimiento de un niño sano o que comportan algún riesgo de desarrollar una enfermedad en el futuro.

«Nuestra labor es que los pacientes de reproducción asistida tengan un bebé sano, pero si además en un futuro podemos garantizar la salud también en la edad adulta, mucho mejor. De ahí la importancia de trabajos como el del doctor Felipe Vilella, que ha ganado el Premio Científico de la Society for Reproductive Investigation», ha comentado el doctor Requena.

La investigación, titulada The maternal origins of adult disease. The womb may be more important than the home, del investigador de la Fundación IVI Felipe Vilella, pondrá de relieve en este congreso cómo el endometrio es capaz de secretar moléculas específicas que son capaces de modificar al embrión, dando lugar a una posible modificación epigenética en la edad adulta.

«Este hallazgo nos muestra que existe un intercambio entre endometrio y embrión, en el que el endometrio puede inducir que en el embrión se expresen o se inhiban funciones específicas dándose lugar a modificaciones epigenéticas que nos muestra el proceso de transmisión de enfermedades como la diabetes o la obesidad», ha explicado el doctor Requena.

De este modo, esta investigación «abre la puerta a poder evitar este tipo de enfermedades cuando su causa es epigenética. Sabiendo que existe esta transmisión, en el futuro podremos detectar cómo cortarla acabando con la tónica de madres obesas, hijos obesos», ha matizado el experto.

El intercambio epigenético que pone de manifiesto la investigación del doctor Vilella se da también en embarazos en los que el óvulo es donado, ya que es un diálogo que establece el endometrio materno con el embrión en la fase de implantación, sin importar el origen genético del embrión. «Esta es otra demostración de que sí existe intercambio entre madres e hijos en el útero, al margen de la procedencia del óvulo», ha concluido el doctor Requena.

Trasplante de útero

Durante el congreso también se abordará el factor de infertilidad uterino absoluto, que afecta a 200.000 mujeres en Europa.

La ausencia de útero desde el nacimiento, la pérdida del mismo tras histerectomía o la no funcionalidad del mismo en términos reproductivos, son las causas de infertilidad en este caso. El trasplante de útero es una solución todavía en fase experimental pero que ya ha dado sus resultados positivos en cuanto a nacimientos.

El doctor Mats Brännström, que consiguió el primer nacimiento en el mundo tras trasplante de útero el pasado año, incide en «la importancia de seguir investigando en este relativamente efectivo método para atajar la infertilidad en este tipo de pacientes que carecen de útero».

«En 2013 extrajimos 9 úteros de donantes vivas para trasplantar a 8 mujeres que habían nacido sin útero y a una mujer que le había sido retirado tras un cáncer de cérvix», ha explicado Brännström. «Dos de las pacientes tuvieron problemas durante los primeros meses y fueron histerectomizadas, las otras siete recibieron la transferencia embrionaria, tras mostrar menstruaciones regulares dos meses después del trasplante. El primer nacimiento tuvo lugar en septiembre de 2014, un bebé varón nacido en la semana 31+5 por un problema de preeclampsia materna. Tras este nacimiento hubo dos más sin problemas maternos, dos abortos, actualmente hay otro embarazo en curso y sólo una paciente con fallo de implantación tras cuatro transferencias embrionarias», ha concluido el doctor.

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