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JOSU GARCÍA
Martes, 29 de agosto 2017, 09:38
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Si usted quiere hacer una escapada a Barcelona desde Loiu, dese prisa. El auge que han experimentado en el último año los billetes de bajo coste y la sobreoferta de vuelos en esta ruta (hasta 12 por jornada) tiene los días contados. La aerolínea Norwegian dejará de operar sus tres enlaces diarios el 29 de octubre. De esta forma, Vueling se quedará de nuevo sola en esta importante conexión y podría ser que todo volviera a la situación previa a la guerra inmisericorde que han mantenido ambas empresas, cuando los billetes eran sensiblemente más caros y sólo había seis operaciones diarias (la mitad que las actuales).
La batalla sin cuartel entre estos dos gigantes del ‘low-cost’ comenzó en julio de 2016. Y alcanzó su punto álgido en marzo pasado, cuando Vueling puso un órdago sobre el tapete, ampliando de seis a nueve sus conexiones diarias. Se estableció entonces un auténtico puente aéreo entre el aeródromo vizcaíno y la capital catalana, con una docena de despegues y otros tantos aterrizajes. Lo nunca visto. Aún hoy se puede dar el salto a El Prat casi a cualquier hora y a un precio realmente reducido (se ha vendido una ingente cantidad de billetes a 20 euros para llenar las 4.048 plazas que cada día se ponen en el aire). Los consumidores han disfrutado (y disfrutarán aún durante dos meses) de una fiebre que ha colocado a Barcelona como el destino más utilizado desde Loiu, desbancando por primera vez en su historia a Madrid.
¿Por qué se marcha Norwegian? Aunque la respuesta es algo más compleja, se puede decir que por falta de rentabilidad. Este verano, sus vuelos con El Prat han funcionado bien. Han rozado el 80% de ocupación. A su adversario le ha ido aún mejor: con casi el 90% de asientos vendidos. El consumidor vasco ha respondido. Son buenos números para una firma ‘low-cost’ (y serían excepcionales para una compañía de bandera), pero los ingresos han sido reducidos. La sobreoferta y el duelo a cara de perro han hecho que se hayan tirado los billetes. Es más barato volar a Barcelona hoy que desplazarse hasta allí en coche particular, autobús o tren. Según expertos del sector consultados, es muy posible que ambas compañías hayan cerrado varios meses con números rojos durante el año que ha durado la pelea.
Y, aunque esta situación podría haber sido sostenida durante bastante más tiempo por los dos contendientes (Norwegian es una de las mayores aerolíneas del mundo y Vueling es líder indiscutible en ‘La Paloma’, teniendo el respaldo del poderoso grupo IAG), los noruegos han preferido canalizar su energía hacia otros mercados y conexiones. ¿Por qué seguir en el centro del cuadrilátero dando y recibiendo golpes cuando realmente existen otras oportunidades de negocio? Norwegian no tuvo que ir muy lejos para darse cuenta de ello. En abril abrió ruta con Tenerife desde Bilbao. El lanzamiento se ha convertido en un rotundo éxito, alcanzando ya los 10.000 clientes.
La empresa escandinava podrá ahora liberar multitud de recursos (aviones, tripulaciones...). Y no se descarta que se lance a abrir nuevas rutas desde Loiu. De hecho, este frenazo podría ser sólo un cambio de estrategia, una retirada táctica, en su proyecto de ganarle terreno a Vueling en una plaza crucial como Bilbao. Por lo pronto, en lo más inmediato, la compañía noruega ha comenzado a devolver el dinero a las personas que habían comprado pasaje para más allá del 28 de octubre.
¿Cómo afectará la salida de Norwegian al enlace con El Prat? El puente aéreo queda desactivado. La lógica dice que la oferta de vuelos volverá a términos anteriores al desembarco de los noruegos. Y los precios, seguramente también, pero que les quiten lo bailado a los 769.418 pasajeros de los últimos 13 meses.
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