Túneles submarinos flotantes para cruzar los fiordos de Noruega

Además, los fiordos pueden tener varios kilómetros de anchura y profundidad, hecho que dificulta la instalación de puentes convencionales. Los ingenieros noruegos tienen que lidiar con temperaturas extremas, con una red de transporte marítimo muy importante y con largas distancias de viaje. Todo ello, les ha llevado a diseñar una posible alternativa: unos túneles flotantes sumergidos que cruzarían los fiordos y acortarían las distancias. Un proyecto que está valorado en 25.000 millones de dólares.

Arianna Minoretti, ingeniera de la administración pública de carreteras del país, ha asegurado que la construcción innovadora es posible ya que los fiordos tienen una profundidad de 1.300 metros y los túneles estarían sumergidos a unos 30 metros. La estructura estaría formada por dos tubos de hormigón de 1.200 metros, por donde circularían los vehículos, y por dos plataformas en la superficie que sostendrían y estabilizarían el puente.

Este sistema permitiría viajar de forma más rápida y, en momentos de mal tiempo, no dejaría aislada a la población rural ya que el diseño no se ve tan afectado por las inclemencias del tiempo. Minoretti explica que la población no tendrá tantos problemas para desplazarse, «no tendrán que esperar a un helicóptero para ir al hospital».

Viajes submarinos

«Esta idea noruega es una especie de tecnología intermedia de otras cosas que se han hecho antes», apunta Henry Petroski, un ingeniero civil de la Universidad de Duke especializado en puentes. Kjersti Kvalheim Dunham, director del proyecto de renovación de la ruta E39, añade que «los noruegos están muy acostumbrados a conducir bajo el agua en túneles», y es que, Noruega cuenta con 1.150 túneles, de los cuales, 35 de ellos están sumergidos.

De momento, los ingenieros están evaluando los posibles inconvenientes del sistema e incluso intentando adelantarse a posibles problemas. Por ejemplo, se calcula que el sistema podría seguir funcionando, sin colapsar, aun perdiendo uno de los apoyos. Por otro lado, también están calculando el tipo de viento y de olas que podrían afectar a la estructura. Una vez que los detalles estén claros, serán los trabajadores del gobierno los que decidirán los aspectos técnicos.