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Los correos basura suponen un problema a la hora de gestionar una dirección de e-mail.
¿Adiós al spam publicitario?

¿Adiós al spam publicitario?

La UE se ha propuesto prohibir tanto los correos basura que las empresas envían de forma indiscriminada como las llamadas intempestivas de comerciales y los sms promocionales

María José Tomé

Domingo, 7 de mayo 2017, 15:37

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Abre el correo y ahí están, no sabe cómo pero han conseguido escapar del buzón spam a su carpeta de entrada. Llega a casa y, da igual la hora que sea, suena el teléfono y un entusiasta comercial trata de convencerle para que se cambie de operador o vuelva a suscribirse al seguro médico del que se dio de baja apenas un mes antes, sin casi tiempo para arrepentirse. Pero estas agresivas prácticas, con las que las compañías han tratado de insuflar nuevos bríos a sus negocios en tiempos de crisis, pueden tener el tiempo contado.

Fin a los avisos de 'cookies'

  • En el mismo paquete normativo, la UE incluye también la «racionalización» de las autorizaciones de 'cookies', otro bombardeo para quien va saltando de web en web. Se trataría de acabar con el exceso de avisos que reciben los internautas para dar su consentimiento a estos archivos, que se instalan en el ordenador al visitar un sitio y que sirven, no solo para revelar sus preferencias de navegación, sino también para guardar información útil como contraseñas o articulos seleccionados para su posterior adquisición.

  • Al considerar que las 'cookies' mejoran la experiencia de internet, al permir, por ejemplo, almacenar el carro de la compra en los comercios 'online', Bruselas trabaja en una «vía fácil» para aceptar o rechazar su instalación que no sea a traves de la constante aparición de ventanas emergentes.

La Comisión Europea ha puesto ya en marcha la maquinaria para poner coto a la publicidad molesta e indiscriminada con el fin de reforzar la confianza y seguridad del consumidor en el mercado único digital. La propuesta modifica la actual reglamentación hasta el punto de prohibir categóricamente los mensajes enviados por cualquier procedimiento electrónico (mail, sms, teléfono...) si no existe una autorización previa por parte del destinatario.

Aquella normativa, aprobada por la UE en 2009 pero que no se traspuso a la legislación española hasta cinco años después, limita las llamadas a determinados tramos horarios (en teoría, no se pueden realizar desde las nueve de la noche hasta las nueve de la mañana en días laborales y a cualquier hora en fines de semana y festivos) y obliga a las empresas a identificarse con un número para evitar las comunicaciones anónimas, algo que no siempre cumplen. Pero Bruselas cree que estas limitaciones se han quedado cortas y plantea zanjar cualquier modalidad de acoso publicitario, salvo que el destinatario dé expresamente su consentimiento para que le bombardeen a promociones. Y se acaba la vista gorda con los números anónimos: las autoridades europeas incluso plantean que lleven un prefijo especial que revele el carácter comercial de la llamada y las haga fácilmente reconocibles a su interlocutor.

Además, la Comisión Europea ha propuesto aplicar la directiva sobre privacidad y comunicaciones electrónicas a los nuevos proveedores de servicios como WhatsApp, Facebook Messenger, Skype o Gmail, con el fin de evtar que utilicen datos confidenciales como el lugar o la hora desde conde se realizan las comunicaciones.

Lista Robinson: un islote en el océano de spam

Sin esperar a que la UE modifique la normativa y España la adapte -algo que, a tenor de la experiencia, no suele ser algo inmediato en los asuntos que afectan al consumidor- ya existe hoy en día una forma de esquivar el 'spam': la lista Robinson. Como recuerdan desde el instituto vasco de consumo, Kontsumobide, se trata de «un servicio gratuito de exclusión publicitaria que te permite aislarte de las estrategias de marketing directo de las empresas, es decir, de la recepción de reclamos remitidos a tu nombre».

Es decir, al igual que el náufrago, apuntarte en este listado te permitirá vivir en una isla desierta en mitad del océano de spam que nos rodea. Registrarse es sencillo: tan solo es necesario entrar en su web (www.listarobinson.es) y rellenar un formulario. Es importante dar de alta a todos los habitantes en elmismo domicilio ya que, de lo contrario, los comerciales podrán preguntar por otro inquilino; el sistema permite inscribir a menores de 14 años e incluso a personas fallecidas.

Una vez identificado, el usuario podrá elegir las opciones de las que desea aislarse para fines publicitarios: correo postal, e-mail, llamadas telefónicas y mensajes sms y mms. Sus efectos no son inmediatos: hay que esperar unos tres meses para que se actualice. Las empresas anunciantes -la mayor parte de las grandes firmas que utilizan el telemarketing para dar a conocer sus promociones están adheridas- tienen la obligación de consultarla antes de emprender sus campañas publicitarias. «Si no lo hacen y recibes alguna comunicación comercial, puedes presentar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos, para que inicie, si procede, un expediente sancionador, advierten desde el instituto vasco de consumo.

Las sanciones por enviar publicidad no deseada pueden alcanzar los 150.000 euros, lo que «hace temblar a las empresas. Si mucha más gente reclamase, las cosas cambiarían», sostienen desde la OCU.

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