El Ararteko pide a los municipios más control en la venta de alcohol a menores

La intervención del Ararteko, Manuel Lezertua, viene precedida de tres resoluciones recientes emitidas a los ayuntamientos de Beasain, Lazkao y Ordizia, a los que se dirigió para interesarse por las medidas municipales adoptadas para prevenir y controlar el consumo de alcohol entre menores. Recopilada esa información, en la que se hace hincapié en el compromiso en la prevención del consumo de drogas y la promoción de la salud infantil, el defensor vasco emite ahora una serie de recomendaciones generales al entender que el problema debe enfocarse desde un punto de vista general y no particular de cada municipio.

Planes locales

Sobre el asunto del uso y abuso de las drogas, tanto legales como ilegales, dice el Ararteko en la resolución, la Ley vasca de Adicciones, aprobada en abril del año pasado, «es clara en este sentido y atribuye a las entidades locales, tanto la función inspectora (por personal que tenga la consideración de agente de la autoridad), como la imposición de las sanciones correspondientes». También remarca que la normativa vigente establece la obligatoriedad de desarrollar planes locales de adicciones, entendidos como el conjunto de medidas y actuaciones a desarrollar de forma coordinada en un municipio.

El Ararteko considera que el consumo de alcohol entre menores de edad se engloba en una «realidad preocupante y cierta, pero una realidad compleja», de ahí el especial empeño de la institución en «ejercer permanentemente vigilancia sobre la evolución de esta problemática», si bien las actuaciones llevadas a cabo se han centrado en el ámbito de la prevención y no tanto en el de la reducción de la oferta, y más concretamente, añade, el del control del suministro y venta de bebidas alcohólicas, tabaco u otras sustancias, que es donde ahora quiere incidir. De hecho, recuerda la Estrategia de la Unión Europea en materia de lucha contra la droga 2013-2020, en la que se refuerzan las medidas dirigidas al control, de forma complementaria a la prevención y la educación para la salud, la filosofía de la ley vasca.

«En la base de la intervención pública se encuentran, una vez más, los derechos de niños, niñas y adolescentes -concluye el Ararteko-. En concreto, su derecho al disfrute de la salud y a ser protegidos de potenciales daños para su desarrollo integral. En coherencia con ellos, las políticas públicas sobre alcohol y menores han de conjugar el trabajo en clave educativa y las medidas que procuren un contexto protector, como sería el caso del control de la venta de alcohol a menores».