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Un poblado chabolista de una familia rumana en Madrid
Venden a su hija a un clan rumano de Asturias por 100 botellas de whisky y 3 animales

Venden a su hija a un clan rumano de Asturias por 100 botellas de whisky y 3 animales

La menor, de 15 años, debía mendigar para su nueva familia asturiana para amortizar los 3.500 euros que iban a pagar por ella a sus progenitores a cambio de casarla con un adolescente rumano

PABLO D. ALMOGUERA

Lunes, 21 de marzo 2016, 17:00

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Un primer pago de 3.500 euros y un segundo que incluía 100 botellas de whisky, dos ovejas y un cerdo. Esas eran las condiciones de pago acordadas por los padres de una menor de 15 años residente en Almuñécar (Granada) que había sido vendida a otro clan rumano asentado en Asturias para que se casara con un adolescente de 16 años. El caso fue destapado a principios de mes por los Servicios Sociales de Granada y la Guardia Civil, que han permitido sacar a la luz un supuesto entramado delictivo que se extiende por todo el país y que ha evitado que otra menor de 13 años, prima de la primera víctima, corriera la misma suerte y fuese vendida por sus propios padres.

Los progenitores de las dos jóvenes afectadas se encuentran en libertad con cargos tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Almuñécar. Están acusados de los delitos de trata de seres humanos, coacciones y amenazas. Las víctimas, por su parte, están acogidas en un centro de menores desde el día que relataron su calvario.

La investigación comenzó gracias a la colaboración ciudadana. Una persona contactó con los servicios sociales tras llegarle rumores de que dos menores que conocía podían estar siendo objeto de este tipo de prácticas ilegales. Fue entonces cuando personal de este departamento municipal entró en contacto con las chicas y, tras entrevistarse con ellas, se descubrió que estaban ante una situación límite, ya que supuestamente habían sido vendidas para que se casaran con miembros de otros clanes. Pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.

Dos ovejas y un cerdo

Las afectadas aportaron un relato sólido de la situación que estaban viviendo. La mayor, de 15 años, contó que a mediados de mayo debía casarse con un adolescente rumano de 16 años residente en Asturias después de que sus padres la vendieran a sus futuros suegros por 3.500 euros y una dote que consistía en 100 botellas de whisky, dos ovejas y un cerdo. La familia del novio, además, debía hacerse cargo del pago del vestido de novia -que iba a confeccionar una modista en Rumanía- y a abonar el local, el menú y la banda que tocaría el día de la boda, que se iba a desplazar desde ese país.

Su futuro esposo y sus padres tenían previsto viajar a Almuñécar a mediados de este mes para llevársela con ellos a Asturias hasta el día del enlace. El mes pasado, la niña y sus progenitores se trasladaron hasta el Principado para una primera cita, que fue, a su juicio, fructífera, ya que ahí apalabraron la boda.

La vida que le deparaba después de la ceremonia no era nada halagüeña, explicó la menor, que contó cómo su madre había estado meses aleccionándola en tareas del hogar para «ser una buena esposa». Para recibir estas enseñanzas no regresó al instituto después de un viaje a Rumanía.

Una vez casada, debía buscar un trabajo o mendigar para devolver los 3.500 euros recibidos por sus padres y pagar una casa para la pareja. De no hacerlo, se podría considerar una deshonra y podría acarrearle violentas consecuencias.

En la misma situación se encontraba su prima, cuyos padres también han sido detenidos. Aunque en su caso aún no se habían concretado los términos de la venta a otro clan, ya había sido advertida por su progenitor y un tío de que cuando cumpliese los 15 sería entregada a un joven al que había visto por primera vez hacía un mes en una boda. El clan de este chico también está afincado en Asturias.

Las menores aclararon que el matrimonio concertado previo pago era conocido por los hermanos y otros familiares de ambas, quienes, a pesar de decirles que no querían casarse, apoyaban su venta alegando que su futuro esposo era de una buena familia.

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