El presunto homicida de Almudena intentó suicidarse con pastillas antes de su detención

De inmediato, Jorge V.D. fue trasladado al hospital de Cruces, donde ha permanecido ingresado en calidad de detenido hasta ayer por la mañana, cuando tras recibir el alta médica fue puesto a disposición judicial. La titular del juzgado de violencia de género número 2 de Bilbao, el mismo que investiga el homicidio de Leyre Rodríguez al ser arrollada presuntamente por su exmarido en La Peña, decretó su ingreso en prisión provisional tras tomarle declaración, según fuentes jurídicas. En estos casos, el ya imputado puede ingresar en la cárcel de Basauri o quedar bajo custodia en la unidad penitenciaria que el hospital de Basurto tiene en el pabellón Jado, como ya ha ocurrido en otros casos.

Al registrar el coche en la macrocomisaría de la Ertzaintza en Erandio en busca de evidencias del crimen, se encontraron una manta y varios botellines de agua por lo que se cree que durante las casi 24 horas que estuvo en paradero desconocido pernoctó en el vehículo.

El cuerpo de la víctima, Almudena Matarranz, bilbaína de 39 años, fue localizado por agentes de la Ertzaintza debajo de la cama de Jorge, en el domicilio en el que vivía con su madre en la calle Mezo del barrio de Astrabudua, en Erandio. Tenía una bolsa a la altura de la cabeza y signos de violencia. Los investigadores sospechan que el crimen pudo cometerse la misma tarde del pasado sábado.

La mujer llegó a la vivienda sobre las cuatro de la tarde. Cuando la madre de Jorge regresó a casa, su hijo le dijo que Almudena se había ido sobre las ocho, aunque probablemente ya había sido asesinada y su cuerpo arrastrado hasta el dormitorio. Los agentes localizaron también un reloj tirado en el salón, que fue lo que levantó sus sospechas y les empujó a realizar una inspección más minuciosa.

Funeral

La familia de Almudena denunció su desaparición la mañana del domingo, y también la madre de Jorge le echó en falta ese día por lo que comenzaron a buscar primero a la pareja, y cuando hallaron el cadáver, al considerado ya principal sospechoso del crimen.

Los vecinos de la calle Mezo le describen como un individuo «introvertido y raro, que se pasaba el día en el ordenador». Probablemente, el acusado tendrá que ser examinado por un perito forense especializado en psiquiatría que pueda valorar su estado mental en el momento de los hechos. En la vivienda se localizaron textos escritos supuestamente por él con un contenido preocupante en referencia a su novia. Fuentes familiares atribuyen lo sucedido a la ruptura de la pareja, aunque el mismo viernes, un día antes del homicidio, una vecina les vio juntos con bolsas del mercadillo en el barrio de Astrabudua. La madre solía alegar en defensa de su hijo que había «llevado una vida muy dura», aunque, según los vecinos, también ella sufriera sus ataques.

Mientras, familiares y conocidos de Almudena, que mantuvo una relación aparentemente asentada con el homicida durante cinco años, tratan de asimilar su pérdida. Hoy le darán su último adiós en el funeral que se celebrará en la parroquia La Aneja de Uribarri, ubicada en la calle Anselma de Sauces, a las 19.30 horas. Trabajadora social, la víctima, muy unida a su madre, había trabajado en la asociación Aipame, que acoge a niños del Este, hasta el pasado mes de diciembre.