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Eduard Estivill es especialista en alteraciones del sueño.
Eduard Estivill: «La luz de las tabletas y móviles no es aconsejable para dormir»

Eduard Estivill: «La luz de las tabletas y móviles no es aconsejable para dormir»

El médico especialista en sueño vuelve a las librerías con una guía práctica para que los niños aprendan buenos hábitos en casa, se acuesten felices y se levantan descansados

ANE URDANGARIN

Sábado, 18 de abril 2015, 16:58

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«Cada vez hay mayor evidencia científica de que los buenos hábitos ayudan a tener un buen día. El hábito de dormir es el más importante para conseguir que un niño esté a pleno rendimiento». A partir de esta premisa, Eduard Estivill ha recopilado en 'Niños descansados, niños felices' (Plaza Janés) una serie de pautas con las que quiere ayudar a los padres, especialmente en las horas antes de ir a la cama. «Hablamos de la importancia de los horarios, de la merienda, del hábito del estudio y de cómo gestionar el tiempo libre», señala el médico especialista en sueño. Estivill, que propone juegos y actividades, se refiere también a su método para dormir, que plasmó en 'Duérmete niño', del que ya se han vendido más de tres millones de ejemplares y ha sido traducido a veintidós idiomas.

-¿Mala noche, mal día?

- El mal dormir se traduce en un mal día. El niño estará irritable, inquieto, con problemas de conducta, mal rendimiento escolar y, sobre todo, con peor disposición a seguir indicaciones para tener buenos hábitos. Además de esas señales, el mal dormir también se aprecia en las típicas ojeras.

- ¿Por qué es tan importante tener un buen sueño?

- Porque el sueño es un taller de reparación, restauración y memorización de todo lo que gastamos y aprendemos durante el día. Además los niños, mientras duermen, crecen porque segregan la hormona del crecimiento y aumenta el número de uniones en sus neuronas, lo que condicionará su coeficiente intelectual. Por esto es tan importante dormir. Y el sueño se prepara durante el día. Según como llegamos al final de nuestro día, tendremos un mejor o peor sueño.

- Habla de la necesidad de adquirir hábitos. ¿Cuáles son los más importantes?

- Todo el mundo necesitamos rutinas. Los adultos los empleamos continuamente. Nos dan seguridad. Lo mismo pasa en los niños: necesitan que cada día pase más o menos lo mismo. Así, cuando llegan momentos importantes como es comer y dormir, lo hacen con naturalidad y sin problemas.

- ¿Desde cuándo hay que inculcarlos?

- Lo hacemos desde el nacimiento. Empezamos a asociar el estar despierto con el afecto y apego que recibimos de los adultos, con la comida, con la higiene. Y el sueño con la oscuridad, la tranquilidad, el reposo. Y hemos de inculcar estos hábitos porque los niños no nacen aprendidos. Los hábitos siempre se aprenden.

- ¿Qué importancia tiene mantener unos horarios?

- Da seguridad. Tanto a los padres como a los niños. Si saben lo que va a pasar, suelen hacerlo todo bien. Si cambiamos los horarios, los niños se despistan, se estresan y se portan mal.

- En el libro ofrece pautas para que adquirir buenos hábitos a lo largo del día. ¿Qué se puede hacer para que el desayuno deje de ser un suplicio diario?

- Para que un niño se despierte de buen humor, lo único que se necesita es que haya dormido las horas necesarias. Así tendremos tiempo para sentarnos en la mesa y compartir con padres y hermanos, si los hay, un desayuno adecuado.

- Durante la tarde tras el colegio, ¿observa un exceso de actividades extraescolares en las agendas de los niños?

- El problema son los horarios de trabajo de los adultos. Nuestra sociedad termina de trabajar muy tarde y los padres se ven obligados, muchas veces, a apuntar a los niños a actividades fuera del colegio por la tarde. Esto hace que todos lleguen estresados a las dos horas antes de acostarse, que es cuando quieren compartir momentos con el niño, pero no pueden. Todos están cansados, todos están irritables y los padres caen en la sobreprotección.

- ¿Qué tipo de ocio es el más saludable?

- Los niños necesitan tiempo para jugar, para estudiar, para comunicarse con otros niños y para aprender cosas de los padres. Todo esto necesita un tiempo y muchos padres no lo tienen. Se sienten culpables y tienden a sobreproteger al hijo. Entonces es el niño el que manda en la casa. Hemos de hacer el esfuerzo de intentar tener buenas rutinas.

- Entre ellas cita la cena e incluso propone alimentos que ayudan a dormir...

- Son los que contienen un elemento que se llama triptófano. Una cena a base de hidratos de carbono, en poca cantidad, verdura o pasta, es ideal. Y un derivado lácteo para postre. Es muy importante dejar al menos entre media y una hora desde el fin de la cena hasta el inicio del sueño. Esto servirá para empezar a hacer una digestión adecuada que no interfiera con el inicio del sueño.

- El uso de tabletas o móviles es cada vez más común entre los niños y, además, en edades cada vez más tempranas. ¿Su utilización durante antes de acostarse perjudica al sueño? ¿Por qué?

- No tanto por los contenidos, que a veces pueden servir para que los niños aprendan cosas, sino por la luz que llega al cerebro desde estas tecnologías. Esta luz provoca que el cerebro no fabrique la melatonina, la sustancia que nos ayuda a dormir. Por ello, el uso sobre todo del móvil, el ordenador, la tableta y la televisión, elementos que desprenden una luz azul (que es el tipo de luz habitual) y que llega directamente a la retina, no es aconsejable. Esto sucede exactamente igual en los adultos.

- ¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en las rutinas diarias de los niños?

- No son malas, es el uso que hacemos de ellas lo que las hace recomendables o no. El que un niño las utilice es bueno, siempre con un tiempo acotado por los padres. Actualmente, las utilizamos para que 'los niños estén quietos y no molesten'. Hemos de procurar estar al lado del niño, comentando los contenidos. Será un momento para compartir.

- ¿Cómo se consigue que un niño se relaje antes de dormir?

- Con nanas, cuentos, canciones, adivinanzas e incluso ejercicios de relajación conseguiremos que el niño llegue al momento de dormir en condiciones ideales.

- ¿Y que duerma toda la noche? ¿Cuál es la clave?

- Simplemente se trata de que tenga un buen hábito. Que haya aprendido a dormir correcto, es decir, que los padres les hayan enseñado bien.

- ¿Y si se pone a llorar?

- Es normal cuando no se sabe hacer una cosa. El primer día que lo llevemos a la guardería llorará cuatro horas seguidas, y no hay ningún niño traumatizado por ir a la guardería. Con el sueño pasa igual. Pero hemos de atender el llanto del niño. No se puede dejar llorar desconsoladamente a un niño, sino que tenemos que atenderle a pequeños periodos de tiempo.

- ¿Cuál es la edad óptima para enseñarles a dormir?

- Ahora lo podemos hacer desde el primer día de nacimiento, porque los niños ya saben dormir en la barriga de su madre. Simplemente hay que seguir haciendo lo mismo que hace el bebé cuando es un feto. No hay que inventar cosas nuevas para que el niño duerma. Hay que mantenerlo despierto como mínimo unos 40 minutos para que se duerma. Y este es el tiempo que empleamos en darle de mamar, jugar un ratito con él y cambiarlo.

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