La deuda de los morosos en las comunidades de vecinos sube hasta los 73 millones en Euskadi

Ahora bien, un problema que, enmarcado en el anterior, ha sido denunciado especialmente por el Parlamento Vasco -el 'cañón' que los bancos han dejado a las comunidades a cuenta de sus pisos vacíos sin vender y procedentes de desahucios- parece haber remitido, al menos de momento. Según el Observatorio, entre finales de 2012 y finales 2013, la deuda de las entidades financieras con los vecinos se redujo en el País Vasco a poco más de la tercera parte. Globalmente ha descendido de 12 a 4,4 millones, una suma que afecta a 1.571 comunidades y arroja una media de 2.800 euros por portal.

Estas cifras, publicadas este mes, no sólo tienen interés por el perjuicio que un banco moroso puede causar al vecindario que se enfrenta a sus impagos y a la necesidad de reclamarlos judicialmente. Los números también son relevantes porque un decreto de inspección técnica de edificios establece que, de ahora en adelante, a través de un calendario prefijado, todos los inmuebles del País Vasco deberán ser oficialmente revisados cuando cumplan cincuenta años; y ello obligará a realizar reformas y a pedir derramas. Mientras el Gobierno Vasco se esfuerza en impulsar planes de rehabilitación, los sondeos que realiza periódicamente desde hace tiempo le avisan de que, efectivamente, miles de vascos arreglarían sus viviendas de buen grado, pero han aplazado las obras porque no tienen dinero.

Amplia muestra

La creciente morosidad que ha detectado ahora el Observatorio de la Vivienda en las comunidades de vecinos apunta en esa dirección. La alerta la ha lanzado una encuesta realizada en el último trimestre del pasado año entre 105 administradores de fincas que llevan las cuentas de 3.764 inmuebles; una muestra muy amplia repartida por los tres territorios históricos (aunque no todos los portales tienen un administrador).

A esos profesionales, el Observatorio les preguntó por el estado de los libros de cuentas al cierre de 2013 y las cantidades pendientes. Luego extrapoló los resultados al conjunto de comunidades de vecinos de Euskadi, cifrado en 75.000. A partir de ahí intentó concretar por vez primera cuántos edificios residenciales podrían albergar, al menos, a un moroso. En tal situación, sugiere el Observatorio, se encontrarían 21.299 inmuebles en el País Vasco, de los cuales 12.041 corresponden a Bizkaia; 6.526, a Gipuzkoa y 2.732, a Álava.

Ahora bien, ese organismo también ha intentado precisar el número de juntas de propietarios que tienen bancos deudores en su seno. Concluye que podrían ser 1.571, mientras que en otras 3.421 también habría entidades financieras, pero en este caso al corriente de sus obligaciones. Sumando unas y otras, a comienzos de 2014 había en Euskadi 4.992 inmuebles con viviendas vacías en manos de bancos.

No se puede olvidar que estas cifras, si bien resultan útiles porque alertan de la morosidad en aumento en las comunidades vecinales, son aproximaciones. De hecho, el censo de 75.000 comunidades de vecinos en el País Vasco se basa en un porcentaje que, con arreglo a indicadores estadísticos, le corresponde a Euskadi sobre un total de 1,5 millones de juntas de portales de toda España. Ahora bien, esa estimación es congruente con los balances disponibles en el INE.

Y además, la muestra escogida después por el Observatorio Vasco de la Vivienda para realizar su encuesta es representativa. En cualquier caso, este organismo ha llamado la atención sobre el hecho de que, a día de hoy, las administraciones vascas no hayan hecho un recuento de las comunidades de propietarios. «No existe ninguna fuente oficial que ofrezca esa información», reconoce.