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Laura Rojas Marcos: «La familia perfecta no existe»

Laura Rojas Marcos: «La familia perfecta no existe»

La psicóloga habla sobre un mundo complejo en el que impera la lucha por el poder y en el que nos sentimos como en casa

JAVIER GUILLENEA

Domingo, 18 de enero 2015, 12:57

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La psicóloga Laura Rojas Marcos acaba de publicar su libro 'La familia. De relaciones tóxicas a relaciones sanas'. «En una familia todos podemos ser tóxicos en algún momento, pero hay personas que lo son la mayor parte del tiempo», afirma.

- ¿Tras las Navidades aumenta el número de familias que van al psicólogo?

- La verdad es que sí aumenta bastante. Durante los meses de enero y febrero, así como en septiembre, siempre después de épocas en las que hay muchas reuniones familiares, los psicólogos solemos tener mucho trabajo. Hay muchas familias que buscan ayuda porque ha habido tensiones o a lo mejor han surgido algunos temas no resueltos, pero también tengo que decir que hay muchas familias que no tienen problemas.

- ¿Y a las que van al psicólogo qué les duele?

- Generalmente llevan arrastrando algún problema al que quizás han dedicado tiempo y energía para intentar resolverlo y no lo consiguen. Muchas veces los conflictos están asociados a problemas de comunicación o porque a nivel emocional los miembros de la familia se han separado, no comparten tiempo y sienten que conviven con alguien que desconoce. El otro no es un completo extraño pero hay una cierta infelicidad. Mucha gente se quiere separar después de las fiestas, es como si hubieran acabado hartos, pero no es un evento único el que produce esa sensación

- Cuando estas Navidades salía a pasear por la calle solo me cruzaba con familias perfectas. ¿Era un espejismo?

- La familia perfecta no existe porque al fin y al cabo está formada por humanos y ninguno somos perfectos. Cada uno tiene su personalidad, con sus virtudes y defectos, y todo ello se refleja en las dinámicas familiares. Una cosa es una foto en la que salimos la familia sonriendo, y otra lo que hay detrás, que es toda una dinámica de relaciones, emociones, preferencias y sentimientos. Pero dentro de la no perfección están las familias funcionales, que tienen buenas habilidades comunicativas, hay respeto y una buena utilización del poder y de su autonomía, y luego están las disfuncionales, que utilizan mal el poder, la autoridad, hay insultos, humillaciones, chantaje emocional, conductas perversas y violencia.

- ¿Una familia es un universo privado?

- Es un mundo, desde luego, aunque no completamente cerrado. Todas las familias tienen su intimidad e incluso secretos que no se comparten con el exterior. Y cada una es original, no hay ninguna que sea exactamente igual a otra. Quizás compartimos aspectos comunes, pero cada familia es totalmente única en su especie.

- ¿Es un mundo en ebullición?

- En todas las familias hay afinidades y esto es muy interesante. Por ejemplo, unos padres pueden decir que quieren por igual a sus hijos pero tienen afinidades distintas con cada uno de ellos. Puede que haya favoritismos, que es algo que pasa muy a menudo.

- Para muchos el primer enemigo que se encuentran en la vida es su hermano pequeño.

- O el mayor, o el gemelo.

- ¿Por qué los hermanos rivalizan entre sí?

- La realidad es que los hermanos son compañeros pero también rivales, y esto se ve en el mundo animal. Al final están compitiendo por el espacio, la atención, el cariño y la aprobación de los padres. Es normal.

- ¿En una familia hay luchas por el poder?

- Sí las hay, forman parte de la condición humana. Todos luchamos por el poder, por el espacio, no dejamos de ser seres territoriales como todos los animales. En un hogar familiar es muy fácil ver que cada uno tiene su sitio, como por ejemplo el lugar que ocupan todos cuando se sientan a comer.

- ¿Los abuelos participan en esta lucha o ya han cedido el poder a sus hijos?

- Por supuesto que participan. No hay que olvidar que las luchas de poder están asociadas al sitio propio y todos lo tenemos. Los abuelos luchan por su lugar en muchas ocasiones para ver a sus nietos y a veces también porque no quieren ser unos abuelos esclavos, que es algo que me encuentro muy a menudo. Tienen un papel muy importante en nuestra sociedad y en estos momentos de crisis que hemos vivido en los últimos años el papel de los abuelos ha sido esencial porque gracias a ellos muchas familias han podido salir adelante. Yo he trabajado mucho con personas mayores y tengo mi mayor respeto hacia ellos. Creo que a veces no se les valora lo que se merecen, lo que me parece algo indignante.

- En su libro habla de personas tóxicas en las familias.

- Todos podemos ser tóxicos en algún momento de nuestra vida cuando estamos pasando por un mal momento, por una crisis y estamos deprimidos o simplemente si estamos de mal humor. Ahora bien, hay personas que se caracterizan por ser especialmente tóxicas la mayor parte del tiempo.

- ¿En qué se les nota?

- Son personas muy críticas, destructivas, hacen constantemente chantaje emocional, son agresivos verbal e incluso físicamente, son personas insatisfechas, sienten mucha rabia, resentimiento y rencor; en muchas ocasiones llevan a cabo conductas perversas, descalifican constantemente, son narcisistas y envidiosos. Independientemente de que sean padres, hijos, amigos o compañeros de trabajo, estas personas tóxicas se pueden encontrar en cualquier lugar.

- ¿Y si es alguno de los padres?

- Cuando hablamos de los padres es algo muy doloroso. Lo que se espera de ellos consciente o inconscientemente es protección, seguridad y amor, pero uno también puede recibir todo lo contrario de sus padres, y eso es devastador.

- ¿Qué se puede hacer ante estas personas tóxicas?

- Lo primero es protegerse y esto hay que hacerlo marcando los límites, diciendo que no y sin dejarse manipular. Mantener una distancia emocional, porque a veces no podemos mantener una distancia física, ayuda muchísimo. Sobre todo hay que tener muy identificada a la persona para intentar no ser reactivo ante sus provocaciones. Cuando la tenemos identificada, el chip cambia y no sentimos tanto la necesidad de defendernos. Cuando digo esto estoy hablando del siguiente paso, que es ignorar, protegerte como si llevaras un impermeable invisible que no permite que a uno le afecte esa persona. Esa es la clave.

- ¿La persona tóxica sabe que lo es? ¿Actúa conscientemente?

- En ocasiones sí. Todo depende de las circunstancias. Cuando alguien está muy deprimido puede llegar a ser tóxico porque es muy pesimista y transmite negatividad y tristeza, pero no lo hace queriendo y está sufriendo. Sin embargo, hay personas que tienen una personalidad narcisista y pueden actuar y hacer daño de manera consciente para obtener un beneficio.

- ¿Cómo lo hacen?

- Los narcisistas suelen infravalorar y descalificar los esfuerzos de otros para sentirse ellos mejor. Hablan mal, critican, son muy cotillas y eso se hace de una manera consciente.

- ¿Sería algo así como el cuñado que cuando compras una televisión te dice que él la habría podido conseguir mejor y más barata?

- Por ejemplo. Al fin y al cabo ese cuñado se siente muy inseguro porque lo que pretende es demostrar que él es mejor. Se está destapando. Una persona que se siente segura y se siente bien consigo mismo no necesita competir en valía.

- Ya que hablamos de familias políticas, ¿es conveniente sincerarse con la suegra y decirle que la paella que cocina desde hace años todos los domingos es abominable?

- No es conveniente, eso sería lo que denomino el sincericida. No hace falta decir todo lo que se piensa y sobre todo cuando eso no va a aportar nada, como decirle a alguien que su paella es un desastre. Aquí hay que apechugar y diferenciar entre el valor de ser sincero y ser sincericida.

- ¿Hay que ser diplomático con la familia política?

- Absolutamente. La familia política es como la biológica, que no la hemos elegido porque a quien elegimos es a nuestra pareja, que viene con el paquete de sus familiares. A veces ese paquete no nos gusta, lo que puede ser muy cansino y requiere un poquito de arte y habilidades interpersonales. La diplomacia es muy importante y, desde luego, también lo es saber dónde están los límites.

- ¿Dónde están?

- Hay muchos sentimientos de pertenencia. Yo he escuchado frases dirigidas a la nuera como 'mi hijo es mío y ha sido mío siempre, ¿quién se cree que es ella?'. La familia política siempre ha tenido muy mala fama pero también hay algo muy bonito, que es que muchas personas encuentran en su familia política el cariño, apoyo y comprensión que no ha encontrado en la suya propia.

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