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Manifestación de mujeres por un salario digno en la industria textil.
Tirando del hilo de la injusticia

Tirando del hilo de la injusticia

Una charla sobre las trabajadoras textiles, el martes, en la Casa de las Mujeres

ELI KORTA

SAN SEBASTIÁN.

Sábado, 24 de febrero 2018, 10:34

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La «vulneración sistemática» de los derechos de las mujeres trabajadoras de la industria textil y «la realidad que las grandes marcas esconden» es lo que se pretende denunciar en el encuentro organizado en la Casa de las Mujeres de San Sebastián este martes.

A las 19.00 horas comenzará la charla 'Haritik Tira. Visibilizando el trabajo textil a domicilio', que contará con la participación de Rosa María Marroquín, bordadora, y Judith Menjívar, abogada de la organización Mujeres Transformando.

El objetivo de la iniciativa es, según las organizadoras, «conocer de primera mano no solo las condiciones de las mujeres que trabajan fabricando nuestra ropa dentro de las maquilas, sino también escuchar las condiciones en las que se encuentran las bordadoras, que hacen esta labor en sus casas sin cobertura social o económica de ningún tipo».

Aseguran que «de manera habitual ofrecen trabajos precarios y en condiciones de sobreexplotación a las mujeres de zonas rurales de países empobrecidos» y que permiten «amplias ganancias a costa de salarios que rondan los 56 dólares mensuales».

Ecofeminismos

Se trata de una conferencia organizada desde la Comisión de Ecofeminismos de la Casa de las Mujeres. Según denuncian, «el modelo de vida actual, capitalista y patriarcal, resulta depredador e insostenible para el medio ambiente y con la vida de gran parte de la humanidad que sigue teniendo rostro de mujer».

En ese contexto se ha formado este grupo de reflexión en el que se pretende, dicen, «tomar conciencia y analizar las múltiples crisis sistémicas que atravesamos mediante un enfoque feminista y de ecología social».

El caso de Rosa

La cita de este martes contará con el testimonio de Rosa, que comenzó a bordar a mano cuando tenía 35 años. Vive en una situación precaria en una zona rural del municipio del Paisnal en el departamento de San Salvador con sus cinco hijos. Le ofrecieron trabajar en su casa para tener la posibilidad de cuidar a su familia. Pero la elevada exigencia y la falta de reconocimiento laboral hicieron mella en su salud.

Por ello, según relata, optó por presentar la renuncia voluntaria, aunque asegura que su empleador se negó a firmarla. Desde la Casa de las Mujeres explican que «el derecho a la renuncia voluntaria y a la obtención de una indemnización por el tiempo trabajado es un derecho reconocido que las bordadoras a domicilio están reivindicando, ya que la empresa tiene obligación de pagar la indemnización en un plazo de 15 días».

Ante situaciones como la de Rosa, lamentan que «las instituciones miran hacia otro lado y no garantizan sus derechos”, y que, por su parte, las empresas “evaden sus responsabilidades».

Mensaje esperanzador

De todos modos, desde la Casa de las Mujeres quieren transmitir un mensaje esperanzador e insisten en que es posible cambiar esta situación.

«Existen casos de denuncia que han logrado mejorar las condiciones» de las mujeres de la industria textil, como los logros relacionados con la regulación de las tarifas de los salarios mínimos de las trabajadoras a domicilio, que, por ejemplo, han supuesto un avance en la situación de las bordadoras en El Salvador.

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