Fuegos con colorido y sonido de Galicia

La compañía gallega, fundada en 1920, de gran tradición familiar, ha venido liderada por la cuarta generación de artificieros López, los mismos que el año pasado deslumbraron al público y jurado con su impresionante juego pirotécnico.

La victoria del año pasado se dio debido al espectacular colorido y gran ritmo de sus fuegos, y también gracias a su talento para crear estructuras de tres alturas que consiguieron darle una vistosidad especial y singular a su exhibición. Incluso la traca final fue para enmarcar. Desarrollaron la coreografía de manera impecable, perfectamente orquestada, dibujando bellos castillos fugaces que consiguieron copar todo el espacio disponible del cielo donostiarra. En su conjunto, dieron la mejor de las exhibiciones posibles para arrebatarles, merecidamente, el título a otras compañías de gran trayectoria como son la madrileña Discomfa o la vizcaína Astondoa.

Hoy en día, la empresa dispone de unas modernas instalaciones a las afueras de Santiago en Brion, una pequeña localidad a 20 kilómetros de la capital gallega donde producen su propio material, haciendo más únicos aún, sus fuegos artificiales.

La pirotecnia gallega tiene gran tradición y escuela, y ya son muchas las compañías que han participado en Aste Nagusi. Las firmas gallegas como la orensana Xaraiva o Rocha o Rocha-Áreas se han hecho un hueco en el palmarés de San Sebastián. Esta vez queda por ver si Pirotecnia López se mantiene a la par, o se convierte en la compañía Gallega más exitosa en Donostia.

Tras siete jornadas, ya fuera del Concurso Internacional, este sábado la Semana Grande se despedirá con un espectáculo piromusical a cargo de la pirotecnia valenciana Ricardo Caballer, fiel a la cita donostiarra desde 2014 con una colección que aúna música, luz y sonido.