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Marcos Roca, en el papel de Juan el Evangelista; Ander Arizaga, como Jesús; y Lou Hernández Lazcano, como Verónica, la pasada semana en la calle Amara. IÑIGO SÁNCHEZ
La Pasión de Cristo, en la calle Amara

La Pasión de Cristo, en la calle Amara

Unas 200 personas se congregarán hoy para ver una obra al aire libre con luz y sonido. La representación comenzó en Donostia un Viernes Santo de 1963 y sigue reuniendo a donostiarras y visitantes en Amara Viejo

CRISTINA TURRAU

SAN SEBASTIÁN.

Viernes, 30 de marzo 2018, 09:03

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Lou Hernández Lazcano es vecina de la plaza Easo 7 y lleva años en la asociación Mundo Nuevo. «Empecé como madre de mi hijo y ahora estoy aquí como abuela de mis nietos», explica. «Venía a lo que llamábamos Universidad Popular de Mundo Nuevo y participaba también en los campamentos de verano, haciendo la comida. Era cuando íbamos a Candanchú, a un pueblecito del valle de la Garcipollera». Este año participa en la representación de la Pasión de Cristo en el papel de Verónica. Portará el lienzo con la cara de Jesús. Será hoy, a las 21.00 horas, en la calle Amara, a la altura del número 23. Una representación que se inició en San Sebastián en el año 1963.

«La representación comienza cuando ha oscurecido», explica Mari Pepa Martínez Apezteguía, coordinadora de Mundo Nuevo y responsable de la función. «Aquí pasamos de hacer chirigotas en los Carnavales a representar la Pasión de Cristo. Participan unos 40 vecinos, aunque a última hora siempre se suma alguien más para hacer de gente del pueblo. Unas 200 personas se congregan para ver la representación. Cada vez hay más turistas».

El barrio ha cambiado mucho con las nuevas edificaciones. «Hay vecinos que aún no saben que pertenecen al barrio de Amara. Como al nuevo barrio le han llamado Ensanche de San Bartolomé, piensan que no tienen que ver con nosotros. Saludamos a todos y pensamos que, de vernos y vernos, terminarán por darse cuenta de quiénes somos, del papel que hacemos en el barrio y de que estamos abiertos a todo el que quiera venir. Todavía es pronto».

Juan el Evangelista

Marcos Roca es tolosarra pero lleva años instalado en Amara Viejo por vía consorte. «Con mi mujer, que es de este barrio, venimos a la parroquia y ya llevo unos años participando en la Pasión de Cristo. Me dijeron para salir en la representación y empecé primero de apóstol y he ido subiendo de categoría. Ahora soy Juan el Evangelista. Para nosotros es ya parte de la Semana Santa y se hace a gusto. Se disfruta».

Son ya 4 ó 5 años los que desfila con el papiro y la pluma del evangelista. «Empieza la función con mi testimonio. Se escucha la frase: 'Yo Juan, apóstol y evangelista del Hijo del Hombre, doy testimonio...'».

Tiene otro momento de protagonismo. Jesús está subiendo a la cruz y Juan se da la vuelta y dice: 'Me fijo y veo a la gente subiendo con antorchas. Es noche cerrada. Y le veo a Jesús subir a la cruz con las mujeres'. Juan el Evangelista no es de mucho hablar, aunque está ahí. «Hay un momento en la última cena en el que me reclino sobre su pecho».

Padre de tres hijos, este año no toman parte en la función pero han solido hacerlo. Cuesta reunir al personal para la representación. Los viajes de Semana Santa tientan. «Algunos vecinos te van diciendo 'no sé...'», relata Mari Pepa. «Pasa el tiempo y te preguntas, '¿pero cuándo vas a saber?'. Cuando me dicen 'no sé' yo ya sé que se van a ir».

La representación

  • Dónde En la calle Amara, hacia el número 23.

  • Cuándo Hoy, a las 21.00 horas.

  • Espectáculo Es una función de luz y sonido, con las frases de los protagonstas grabadas.

  • Escenas La última cena, la oración del huerto, prendimiento de Jesús, Jesús ante Herodes y Pilatos, camino del Gólgota, la crucifixión y Jesús vive.

  • Participantes 40 vecinos.

Ander Arizaga encarnará hoy el papel de Jesús con la misma ilusión de los últimos años. Novedad de este año es que se ha casado. «Vendrá mi mujer a verme», comenta. «El año pasado venía como novia».

Empezó las representaciones en el papel protagonista con más timidez. «Ahora ya me he relajado. Lo llevo muy a gusto. Estamos esperando que llegue la fecha y en mi entorno me empiezan a preguntar a ver si salgo o no y que cuándo es».

Ander Arizaga, ingeniero de profesión, lo tiene calculado. «La representación se suele suspender cada 3 ó 4 años por la lluvia. Yo desde que he empezado he salido todos los años o sea que espero que este año también sea así». Él ha superado el momento fatídico y este año será un Jesús de 36 años, cumplidos la pasada semana, y fue también un Jesús de 33. «Lo que pasa es que me han empezado a salir canas y parezco algo mayor que Jesús, pero espero que quede bien».

La barba ayuda. «Me la empiezo a dejar en Carnavales y ya no me afeito hasta el Viernes Santo. Como son siete semanas es un margen bueno. Me dejo barba para el papel de Jesús y para San José en Navidad».

Destaca que la gente viene con mucho respeto a la representación. «La primera escena se ve desde muy cerca y la emoción se contagia».

El papel de los técnicos

Mari Pepa Martínez Apezteguía destaca el trabajo de los técnicos para el buen desarrollo de la función. «Son la voz callada de este trabajo. Están todo el Viernes Santo desde la mañanita con sus cables. Cientos de metros de cable que van por aquí. Más de 30 focos. Y eso tiene que funcionar. Hay que hacerlo muy bien. A veces, después de instalarlo todo, por la lluvia y el viento lo han tenido que quitar».

El trabajo de los técnicos también es voluntario. Son vecinos del barrio que colaboran en la función. La megafonía la instala el Ayuntamiento. «El resto de material lo guardamos en un almacén en la sede de Mundo Nuevo, metido en cajas. Montones de metros de cables y focos. Luego hay que aparejarlo para la representación. Merece la pena. Por ejemplo, la escena de la última cena es realmente bonita».

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