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Edificio del Teatro Circo en la calle Garibay. Kutxateka
Los diferentes Teatro Circo

Los diferentes Teatro Circo

La calle de la memoria ·

1870: El primero de estos recintos se ubicó en la actual iglesia de los Jesuitas, en la esquina de las calles Garibay y Andía

Javier Sada

Sábado, 16 de junio 2018

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Tal día como el de hoy se inauguró el Teatro Circo ubicado en la calle Garibay. Tres fueron tres los Teatro Circo que existieron en San Sebastián, entre el último tercio del XIX y las dos primeras décadas del XX. El que nos ocupa fue el más antiguo. Se trataba del Teatro Circo que se reproduce en la fotografía adjunta, ubicado donde en nuestros días está la iglesia de los Jesuitas. De hecho, la forma del templo conserva las líneas generales de la última versión del teatro y el patio central de la manzana de casas, el más original de la ciudad, mantiene una construcción en forma de cúpula circense.

La imagen nos presenta cubierta de piedras la esquina de las calles Garibay y Andía, así como tres edificios con fachada a la Avenida y los árboles de la hoy, y también entonces, Avenida de la Libertad. Cuentan varios cronistas que la historia de este solar comenzó allá por 1860, existiendo todavía las murallas, cuando una familia de acróbatas alemanes se instaló en él bajo una gran lona en la que ofrecían sus espectáculos. Tuvo que pasar casi una década antes de que un señor apellidado Oña decidiera convertir en teatro aquel espacio, construyendo un edificio que sería ampliado poco más tarde por la Empresa teatral Nieto, que remató la obra con un tímpano que completó la estética del teatro.

Hoy, 17 de junio de 1870, tuvo lugar la inauguración del nuevo escenario. La obra elegida fue 'El hombre de mundo', de Ventura de la Vega, y Francisco López Alen nos cuenta que tenía dieciocho plateas a los lados del patio que contaba con 370 butacas, veinticuatro palcos en el primer piso y un «paraíso» con gradas en la parte superior.

El telón lo realizó Almeju y la decoración José Benlliure que, por cierto, llegaría a ser director de la Academia Española de Roma. El café Traviesa (o del señor Traviesa) y la pastelería La Mallorquina completaban los alicientes del entorno teatral. Cerrado el teatro, vendido el solar y reformada la fachada para darle el aspecto que conocemos en la actualidad, el año 1904 se consagró la iglesia del Sagrado Corazón como residencia de la Compañía de Jesús.

El segundo fue construido por José Arana en Alderdi Eder y, sin entrar en detalles, digamos que su máximo exponente fue el concierto organizado en agosto de 1880 protagonizado por, ni más ni menos, que Pablo Sarasate. La Sociedad de Conciertos fue la encargada de su promoción y «desde primera hora de la mañana los jardines ya presentaban un cuadro indescriptible de elegancia, arte, gracia y belleza en torno al Teatro Circo».

El aforo del local permitía la asistencia de 2.500 personas que, «en silencio sepulcral», escucharon distintas oberturas. A continuación, la batuta del maestro Vázquez ordenó recogerse a los «inteligentes profesores de la orquesta» para que «Sarasate empuñara el arco y arrebatara al público dando pruebas de su habilidad». Creció el entusiasmo con la fantasía de 'Fausto' y el violinista se vio obligado a incluir una 'Jota navarra' que no estaba en el programa. Fue tal el número de visitantes que no hubo un asiento libre en los vehículos dedicados al transporte de viajeros, ni velador vacío en las terrazas de los cafés.

El tercer Teatro Circo estuvo en la calle Aldamar, anteriormente (1893) Frontón Beti Jai y posteriormente (1922) Teatro Príncipe. El Circo sufrió un incendio la noche de los Santos Inocentes del año 1913. Aquella tarde del 28 de diciembre, «siguiendo costumbre establecida», se había celebrado baile de cuatro a ocho de la tarde… y a las dos de la madrugada el fuego lo destruía totalmente.

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