El auge de la marcha nórdica

A estas alturas, la oferta de disciplinas es tan amplia que, quien no ha encontrado una que le guste, probablemente es porque no ha buscado lo suficiente. Spinning, zumba, crossfit, aquagym, bodypump... Todas ellas son disciplinas que cumplen sobradamente con las expectativas. Son entretenidas, mejoran la condición física y generan una buena cantidad de endorfinas, lo que en conjunto las hace muy recomendables. Pero quien busque una disciplina deportiva increíblemente barata y que se puede practicar donde mejor le parezca, tanto en grupo como en solitario, el nordic walking es la mejor opción.

Tal es el auge de esta modalidad deportiva en Donostia que, debido a la gran demanda, este mes de enero se han previsto dos nuevos cursos de iniciación. El primero fue el pasado domingo día 14, y el segundo será el sábado 27, con préstamo de los bastones. Más información e inscripciones en el teléfono 659 834530 (Marijo Villalba).

«En contra de lo que pueda pensarse, la marcha nórdica no cosiste simplemente en caminar con dos bastones en la mano. Es más bien un conjunto de técnicas que buscan activar la parte superior del cuerpo mientras se camina. A algunas personas este movimiento les resulta bastante intuitivo, mientras que para otras es todo lo contrario, pero en cualquier caso, es relativamente fácil de aprender», explica Marijo Villalba, responsable de estos paseos saludables.

Como en todos los deportes que requieren una cierta técnica y sobre todo, dadas las características de la marcha nórdica, un movimiento en función de la salud, aprender una correcta forma de practicarlo es muy aconsejable. Una característica típica de esta técnica es el abrir y cerrar activamente de las manos durante el péndulo de los brazos hacia delante y hacia atrás. Sólo con una correcta técnica llegarán los beneficios para la salud.

«Una buena técnica, controlada por especialistas evitará sobrecargas de los músculos y los tendones y será también la base para poder llegar a un entrenamiento regular sin efectos secundarios», añade.

Una técnica de marcha nórdica correctamente ejecutada implica que se hace fuerza con los brazos al caminar. Es decir, no se trata de mover los brazos simplemente para colocar los bastones, sino que debemos apoyar en ellos parte de nuestro peso.

Este movimiento, repetido una y otra vez, redunda en un fortalecimiento de los músculos de los brazos, del pecho, los hombros y la espalda. Hablamos de un ejercicio de tonificación, en ningún caso de ganancia muscular.

Si hay un colectivo para el que la marcha nórdica resulta especialmente beneficiosa, «ese es el de las personas mayores», explicn sus numerosos practicantes.

Y es que el Nordic Walking ha demostrado en diversos estudios ser uno de los «métodos más efectivos para aumentar la capacidad aeróbica, la coordinación y la tonificación muscular en gente mayor», concluye. Ahora ya solo queda probarlo.