El problema de aparcar en Morlans

Pero la alegría no les ha durado mucho. La empresa encargada de los trabajos ha vallado el aparcamiento en superficie que hay al principio del paseo y lo ha ocupado con casetas y otros materiales de obra. Esta medida, de la que ya se había informado en reuniones, ha provocado la inutilización de las 50 plazas existentes y el malestar del vecindario.

«¿Dónde vamos a aparcar ahora?», se preguntan en la asociación Morlans Berri, que ha remitido al Ayuntamiento una batería de propuestas que ayudarían a mitigar un problema que amenaza con prolongarse en el tiempo ya que próximamente arrancará la construcción del ascensor inclinado a Aiete y hasta su estreno no se liberará la parcela.

Han recogido firmas y trasladado sus demandas a los responsables del consistorio para que las afecciones durante las obras sean menores. Algún vecino también propone modificaciones concretas en el proyecto de urbanización del paseo con el objetivo de reducir la pérdida de plazas prevista, que según calculan pasarían «de unas 50 a apenas 20».

«En el barrio somos conscientes de que el espacio es el que es y lo que no vamos a poder tener es doble dirección, aceras a los dos lados y aparcamiento. Pero sí creemos que algunas pequeños cambios que no empeoran el proyecto original nos permitirían ganar una decena de plazas», argumentan desde la asociación vecinal.

Para compensar la ocupación del aparcamiento por necesidades constructivas, proponen al departamento de Movilidad -cuya delegada, Pilar Arana, se muestra dispuesta a atenderles- que de forma provisional se reserve para uso exclusivo de los residentes el tramo comprendido entre la última rotonda y las primeras viviendas del viejo barrio.

La actuación en el paseo de Morlans tiene un presupuesto de casi 400.000 euros y permitirá mejorar la red de abastecimiento de agua y las redes de saneamiento, así como canalizar el alumbrado y reordenar aceras y calzada con nuevos pasos de peatones. Según la memoria del proyecto, se tenderán 1.250 metros lineales de tuberías y 800 metros lineales de cableado eléctrico. La renovación de las redes separativas para aguas fecales y pluviales incluye la construcción de 36 pozos, 4 arquetas y 27 sumideros, lo que conllevará la anulación de los ya existentes. En cuanto al alumbrado, los cables aéreos se soterrarán y se sustituirán farolas y luminarias por otras más eficientes.

Las obras de reurbanización se completarán con la reordenación de viales y aceras. La carretera actual, de doble dirección, se reducirá a un solo carril de sentido único con reducción de velocidad y al que se accederá desde la calle Catalina Elizegi, en Aiete. En toda la longitud de la actuación se mantendrán los tres metros de calzada. Además, habrá pasos de cebra de diferentes tamaños en los accesos a las viviendas. En la parte más alta del paseo, junto al camino del parque de Aiete, se colocarán cinco contenedores.