El desarrollo urbanístico del nuevo Jolastokieta será «más permeable»

En 2008, un año después de que se demoliera la antigua fábrica Pescafría empezó a desarrollarse un proyecto que contemplaba rellenar los espacios del polígono industrial y reconvertirlos en una nueva zona residencial en Altza. Los bloques en forma de U que rodean la plaza Harrobieta, junto con el edificio de cuatro pisos de viviendas al otro lado de Bertsolari Txirrita, dieron a esta zona del barrio una pista de aquello en lo que se convertiría a futuro.

La crisis retrasó el proceso, pero en octubre de 2015, una vez que la UTE Jolastokieta -compuesta por Sukia, Etxe Onenak y Gedi- consiguió vender más del 70% de las viviendas, se retomaron las obras de la segunda fase y se comenzó a edificar la torre de ocho alturas y 44 viviendas y, por consiguiente, a crear la gran plaza que se unirá a la actual Harrobieta.

Bajo rasante, para aprovechar el desnivel existente por el espacio que dejó la empresa Pescafría -hace años ubicada en la parte inferior del polígono industrial- habrá otras seis plantas reservadas a parking. También habrá dos pisos semisoterrados -desde la zona de Bertsolari Txirrita habrá que bajar, pero estarán sobre rasante si se accede desde el paseo de Herrera- en los que se ubicarán unas nuevas instalaciones para haurreskola, espacios deportivos y un supermercado que ocupará 1.800 metros cuadrados y que estará gestionado por Eroski.

Operación a largo plazo

Además de la torre de ocho plantas, la segunda fase contemplaba la creación de otro bloque de viviendas dispuesto en el borde de la ladera que hoy asoma a la parte baja del polígono industrial al que se accede desde el paseo de Herrera. No obstante, tras considerar que un único bloque podría hipotecar a futuro la urbanización del nuevo entorno y su «permeabilidad», la Junta de Gobierno Local adoptó ayer la decisión de levantar tres edificios diferenciados para posibilitar en un futuro un entorno más abierto.

La nueva construcción, que por el momento carece de fecha exacta, mantendrá el número de viviendas, pero no a costa de elevar la altura de los edificios, sino «ganando en profundidad», expuso Goia, quien añadió que «de esta forma, todas las viviendas serán exteriores». Tanto esta actuación como el desarrollo a futuro al que se refirió el regidor jeltzale podrá llevarse a cabo una vez que la empresa Zardoya Otis, una de las pocas que hoy por hoy mantiene su actividad en el recinto industrial, efectúe su traslado a las nuevas instalaciones con las que contará en el polígono de Ezkuzaitzeta. Será entonces cuando el desarrollo urbanístico completo sea una realidad.