Aumenta un 7% la cifra de terrazas hosteleras y un 30% lo recaudado con tasas

Ha comenzado el debate sobre la conveniencia de aplicar una tasa turística que permita recaudar fondos para financiar los gastos que suponen mantener la calidad urbana en verano, pero en realidad el Ayuntamiento ha asumido hace tiempo que la explosión turística debe redundar en unos mayores ingresos a la administración por diferentes vías. Una de ellas, quizá la más visible, es la de la terrazas hosteleras. Las denuncias por abusos puntuales que se cometen con los precios que se cobran en estas mesas sacó a relucir hace unos meses las tasas que aplica el Ayuntamiento a estos negocios y condujo a una revisión de las categorías de unas zonas, como la Parte Vieja, que son las que precisamente más se aprovechan económicamente de la avalancha de visitantes.

Hasta el año pasado había una categoría especial (las terrazas del Boulevard) y luego tres categorías más en función de la lejanía de las calles con el cogollo urbano. Paradójicamente, la plaza de la Constitución y las calles de la Parte Vieja estaban encuadrados en las categorías 2 y 3, respectivamente, lo que les permitía abonar unas tasas de una cuantía similar a las que se instalaban en Amara y el Antiguo. El Pleno del Ayuntamiento decidió en octubre del año pasado acabar con esta situación, con el objetivo de equiparar en cuatro años (2016-19) las tasas de las terrazas de toda la Parte Vieja a las de la primera categoría. De esta forma, el Ayuntamiento recaudará más por este concepto y acabará con una relativa injusticia entre los hosteleros de las diferentes zonas de la ciudad.

Los precios que se aplican este año a las diferentes terrazas en función de la categoría de las calles son los que aparecen en el cuadro que acompaña esta información. La subida progresiva de los precios que cobrará el Ayuntamiento a las terrazas de la Parte Vieja significa que entre este año y 2019 una terraza sin estructuras en la plaza de las Constitución pasará de pagar 1,52 euros por mesa y día a 2,10 euros. El primer incremento para lograr la equiparación se ha producido este año, que se le cobrará 1,60 euros por mesa y día.

Este aumento de las tasas, unido al nuevo recargo -subir un 15% lo recaudado por el Ayuntamiento si el establecimiento no retira por completo la terraza de la vía pública sino que apila el mobiliario en la calle cuando acaba su horario de explotación-, y al aumento del número de mesas va a permitir al Ayuntamiento ingresar un 30,4% más por este concepto, según las previsiones de la Hacienda municipal.

La ciudad tenía el año pasado 629 terrazas hosteleras por las que recaudó 1.178.000 euros. Este año el número de mesas y sillas ha crecido hasta las 672, que van a proporcionar 1.537.000 euros. «La subida que hemos aplicado es una medida racional y necesaria», consideró en su día el concejal de Hacienda, Jaime Dominguez-Macaya. «A más actividad, más limpieza y más seguridad que, de esta manera, queda cubierta». A la hora de fijar la tasa por ocupación de dominio público el Ayuntamiento no solo establece diferentes categorías de calles sino varía el precio según las características de la terraza: sin estructuras, con ellas (sin delimitar el espacio), con estructuras que delimiten la superficie de la terraza, o recintos cerrados.