Costas atribuye la reparación de la grieta del Urumea al Ayuntamiento

A pesar de que no sea una zona en la que el mar golpee directamente, durante este año y medio las olas han ido desgastando la piedra, adentrándose en la grieta y haciéndola cada vez de mayor tamaño. Aunque lentamente, la arenisca va desprendiéndose y el boquete va siendo cada vez más notable. «Esto ya lo denunciamos hace un año», recordó el portavoz socialista, Ernesto Gasco, «y el gobierno municipal ha hecho oídos sordos, dejándolo pasar y sin tomar ninguna medida al respecto», censuró.

Las grietas se encuentran en la margen izquierda del río, entre el puente de Mundaiz y el puente de María Cristina, en el Paseo del Árbol de Gernika. Concretamente, la de mayor tamaño aparece a la altura del colegio San José y la segunda, algo más discreta, a la altura del Kafe Botánica.

Puede ser alarmista pensar que la carretera se pueda venir abajo, pero el vial que discurre sobre dichas grietas soporta una gran densidad de vehículos que circulan por él a diario, ya que sirve de entrada a la ciudad desde la zona de Amara y la variante. «Antes de lamentar hay que actuar, ya lo advertimos en su día y volvemos a decir lo mismo un año después», insistió el edil socialista.

Competencia municipal

El Servicio de Costas, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente, emitió al Ayuntamiento un informe a principios de mayo, en el que se recogía que el deterioro del muro era continuado y que «las grietas han aumentado su tamaño desde que se hizo un informe sobre este asunto por parte de la vigilancia del Servicio de Costas en marzo de 2015», subrayaron. A esta apreciación añadieron que «el muro de costa se encontraría fuera del dominio público marítimo-terrestre», lo que supone que será el propio Ayuntamiento el que deberá hacerse cargo del coste de su reparación.