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El Pleno rechaza los criterios de Bildu para el reparto de la publicidad del Ayuntamiento

La oposición acusa al ejecutivo de Izagirre de «favorecer a los medios que le favorecen» y no tener en cuenta las audiencias. «Nos basamos en la transparencia, la pluralidad y en gastar menos que el PNV», argumenta Josu Ruiz

JORGE F. MENDIOLA

Sábado, 1 de noviembre 2014, 00:56

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El reparto de la publicidad del Ayuntamiento fue protagonista de uno de los debates más encendidos del pasado Pleno. Los grupos de la oposición rechazaron los criterios empleados por el gobierno municipal ya que «favorecen a los medios que le favorecen y no tienen en cuenta los índices de audiencia», como establece la ley para los anuncios oficiales.

PP y PNV sacaron adelante sendas mociones por las que se insta al ejecutivo de Juan Karlos Izagirre a «definir, de acuerdo con el resto de los grupos, unos criterios objetivos para que estas decisiones no queden al albur de quién gobierna la ciudad», al tiempo que le exigen el cumplimiento de la legalidad vigente al respecto.

El concejal del PNV Iñaki Gurrutxaga aportó algunos datos. Entre 2012 y 2014, el periodo analizado, el Ayuntamiento destinó 753.000 euros a este capítulo y el 63% de esta cantidad fue a parar a cuatro medios afines: Gara (241.101 euros), Berria (129.797), Hamaika Telebista (65.247) y Argia (29.592).

«Esta partida de comunicación depende directamente del alcalde y resulta llamativo que estos cuatro medios aparezcan entre los cinco que más publicidad han recibido», señaló el edil jeltzale, quien advirtió de que el ranking es muy parecido en los anuncios oficiales o publicidad obligatoria, aquella que debe ser publicada en el boletín del territorio y «en el diario o diarios de mayor difusión», tal y como se recoge en el artículo 89.5 de la Ley del Suelo.

En similares términos se expresó el socialista Ernesto Gasco, quien acusó a Izagirre de regirse por la máxima «mejor con mis amigos que no el resto». «El Ayuntamiento se debe a la pluralidad de la ciudadanía y debería aprovechar esta oportunidad para pedir perdón como ya ha tenido que hacer el lehendakari por un asunto parecido. Se les llena la boca hablando de transparencia y al final están repitiendo lo peor de lo peor de los gobiernos que intentan manipular a la gente desde los medios de comunicación. Tienen la obligación legal de publicar los anuncios en los periódicos de mayor penetración y usted elige los que menos. Es posible hacer las cosas de otra forma y lo que la sociedad nos demanda en estos momentos es honestidad», afirmó el portavoz del PSE.

Desde las filas del PP, Ramón Gómez Ugalde, criticó con dureza que «para favorecer a su mundo el gobierno municipal sí tiene dinero. Utilizan los recursos de todos los donostiarras para beneficiar a su gente y eso es grave. El reparto que hacen de la publicidad no es equitativo ya que se prima a los medios afines a la izquierda abertzale. Saben que no es legal, que no está bien, pero les da igual porque así tienen a los suyos contentos».

«Tendenciosidad»

El portavoz de Bildu, Josu Ruiz, se defendió de las acusaciones vertidas por los grupos y descartó la posibilidad de alcanzar un lugar de entendimiento por las «mentiras» escuchadas en el Pleno. Aportó «una visión global» del gasto en publicidad del Ayuntamiento y sus sociedades (Donostia Kultura, Donostia Kirola, San Sebastián Turismo...). En 2014, El Diario Vasco percibió 129.972 euros y Gara, 126.943 euros. En esta relación, que incluye anuncios de carácter comercial, la oposición también detecta «tendenciosidad»: TeleDonosti (20.650 euros) ha percibido entre 2012 y 2014 tres veces menos que Hamaika Telebista (66.070 euros), cuando la proporción entre sus audiencias no es ésa.

Ruiz reconoció que «el criterio de la audiencia es legítimo, pero no es nuestra opción. Nosotros nos basamos en tres principios: la pluralidad, la transparencia y gastar menos que el PNV en el Gobierno Vasco. De hecho, este año hemos reducido el presupuesto para publicidad en un 30%».

Los concejales de la oposición pidieron al portavoz del gobierno que «no mezcle churras con merinas», que «no vaya de honesto porque la ley le obliga a hacer públicos estos datos» y que no olvide que la sociedad demanda «un reparto justo y equitativo» de los recursos municipales.

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