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ana vozmediano
Miércoles, 30 de julio 2014, 17:26
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El derribo del cuartel de la Policía Nacional en Aldapeta ha comenzado y se prolongará hasta el viernes de la semana que viene. El edificio, situado junto al colegio de los Marianistas, databa de 1945, y su demolición es imprescindible para el desarrollo del nuevo San Bartolomé, que avanza a buen ritmo en la zona baja de lo que será este barrio ligado a Amara Zaharra. El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran y el gerente de San Bartolomé Munoa, Martín Arregi, acudieron al derribo de este inmueble, en estado precario desde hace años, que sirvió como residencia de policías y que ha estado habitado hasta hace algo más de un mes. Ahora, las dependencias de la Policía Nacional se encuentran en el nuevo edificio construido en el paseo del Urumea.
A pocos metros, los operarios retiraban las vallas de la que está llamada a convertirse en zona central del nuevo barrio, la plaza de Arroka, en la que los primeros niños estrenaron los columpios colocados en lo que será un área de esparcimiento y arbolado de casi 3.000 metros cuadrados. Las viviendas habitadas en lo circundan verán en un plazo de tiempo breve cómo se demuelen nuevas edificaciones en la zona de Arroka.
Sin embargo, y más allá de estas obras, en la zona superior, precisamente donde ayer este martes comenzó a demoler el cuartel, están pendientes las excavaciones arqueológicas que buscarán restos del claustro del antiguo convento del siglo XVI, mientras se ultiman los acuerdos con las casas vecinas del alto de San Bartolomé también para la demolición y posterior realojo y se avanza con el proyecto para el tratamiento de la loma y conversión del antiguo colegio en hotel, manteniendo la fachada que mira hacia la ciudad.
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