San Juan se tiñó de rosa para recibir a sus 'Batelerak'

La noticia se vivió como si de una fiesta se tratara en Pasai Donibane, donde las prendas de color rosa dejaron huérfanos los armarios de todo el distrito para tomar la calle, cuyos edificios se vestían desde la víspera de idéntico color. Las banderas tomaban ventanas y balcones con un único lema sobreimpreso en ellas: «Aúpa San Juan!».

Los sanjuandarras aguardaban ansiosos el momento de recibir a las protagonistas de una gesta que traía a la memoria de los vecinos de más edad las vividas varias décadas atrás, en una población arraunlari que suma, de este modo, capítulos a una historia de grandes hitos deportivos. «¡Cuántas alegrías nos dan estas chicas!», comentaba una mujer. Y sus palabras eran acogidas con sonrisas y expresiones de asentimiento por los que compartían su opinión.

Eran muchos los que minutos antes de las seis y media de la tarde se concentraban ya a las puertas del club San Juan Koxtape Arraun Elkartea a la espera de las remeras, dispuestos a brindarles un recibimiento a la medida de su esfuerzo. Familiares, amigos y buen número de aficionados rompían la timidez para hacerse fotografías junto a las bateleras y sus últimos trofeos. Los móviles no encontraban tregua a la hora de disparar para inmortalizar el momento.

«Ahora nos toca a los músicos de la Banda Konstantzia», anunciaba Josetxo, uno de los integrantes de esta formación que poco después abriría el desfile que llevó a decenas de personas desde la plaza Bizkaia hasta Bonantza, pasando ante la iglesia, junto al embarcadero y bajo los túneles, incluyendo aquel que encierra la puerta de acceso a la Casa Victor Hugo, donde el genial escritor francés retrató, durante su breve estancia en la zona, a las bateleras de siglos atrás. Las dignas herederas de aquellas mujeres que antaño cruzaban a remo las aguas de la bahía habrían conquistado también a Victor Hugo con su fuerza y esa humildad que las caracteriza.

Entre aplausos

El recorrido finalizaba en la plaza Santiago. Las de Juan Mari Etxabe subían a la antigua casa consistorial para saludar desde su balconada a sus seguidores y hacer hondear las banderas que han logrado a lo largo de esta temporada.

Para entonces, una marea rosa había inundado ya el corazón del caso antiguo, decidida en romper en aplausos ante Ane Pescador, Amest Zapiain, Arantza Arregi, Andrea Oubiña, Irati Iñarra, Laura Goldarazena, Garazi Lasarte, Garazi Martín, Sarai Lizaso, Guruzne Azpiroz, Irati Salazar, Lorea Etxart, Arantxa Otaño, Ane Hernández, Maialen Arrazola, Igone Carrillo, Maialen Pérez Bohoyo, Ondiz Lekubarri, Maria Mendizabal y Nerea Pérez Plazas.

La felicidad de las remeras de San Juan contagiaba a sus seguidores, y con ellos, también a quienes se veían, por sorpresa, en medio de una plaza que vibraba con más fuerza que en ningún chupinazo de fiestas de Santiago que se recuerde.

Los espectadores únicamente pararon de aplaudir para tomar más fotografías de cómo la tripulación de la 'Batelerak' celebraba el modo en que había vuelto a hacer historia. Para las deportistas era el momento de relajarse tras los nervios de las últimas 24 horas, en las que tanto la prensa como sus seguidores daban casi por segura su doble victoria. Ellas, sin embargo, preferían mantener los pies en el suelo y esperar a cómo se desarrollaba la cita final en Zarautz. Afortunadamente, los mejores pronósticos se vieron cumplidos.

Próxima cita, La Concha

Satisfecho se mostraba, igualmente, el resto del club rosa con este nuevo triunfo, aunque desde la directiva recordaban que no es tiempo de bajar la guardia.

«Aún nos queda La Concha. La tenemos ya encima, dentro de apenas quince días», comentaba el presidente de San Juan Koxtape Arraun Elkartea, Xabier Arraras.