La Ama Guadalupekoa ha sido la más piropeada del verano

Pulida remada

Muchas voces han subrayado la efectividad de la remada de la trainera de Hondarribia y han aludido a la teórica superioridad de sus rivales directos para poner en valor la perfección del gesto técnico, la coordinación, la homogeneidad y la interiorización de un mismo mecanismo de los remeros bidasotarras. La continuidad en el tiempo de un mismo bloque incidiendo en el día a día en los mismos detalles y con una misma manera de trabajar ha derivado en un conjunto muy afinado.

Ligereza

La tendencia contemporánea de mejorar el rendimiento ajustando al límite el peso de la embarcación ha tenido uno de sus claros exponentes en Hondarribia, cuya cuadrilla ha sido más ligera que la de sus oponentes más cercanos, pero con una relación peso-potencia difícil de superar. Uno de los ganadores más ligeros de la historia de la ACT, si no el más ligero.

Acierto en ciabogas y rumbos

La Ama Guadalupekoa ha bordado las maniobras, metiendo siempre algún segundo a sus rivales con giros precisos y rápidos seguidos de estampidas chisposas. Además, ha acertado al gestionar el rumbo en las distintas circunstancias que se le han presentado, optando por las decisiones que más han favorecido el avance de la trainera.

Gestión del vestuario

Tenía, a priori, uno de las plantillas donde más fácilmente resultaba distinguir un equipo titular y donde, en principio, más dificultades existían para mantener el rendimiento con la introducción de cambios. Sin embargo, el técnico ha apostado por las rotaciones y la aportación de los suplentes ha posibilitado alcanzar resultados sobresalientes con todo tipo de combinaciones. Este hecho ha contribuido a que el bloque más titular llegue fresco al final.

Confianza ciega

Tan interiorizada tienen su remada los integrantes de la Ama Guadalupekoa que se limitan a bordar cada palada tal y como lo han acordado en el día a día, seguros de que hacerlo acarrea las mejores consecuencias. La plantilla ha mostrado fe en lo que hace y no ha habido dudas sobre el modo de proceder en cada momento. La confianza de los unos en los otros, y en el estilo propio, les ha he hecho limar segundos fundamentales para no perder la Liga en los momentos malos y para rematarla en los buenos.

Maestros de primera

El lucimiento del grupo parte de la maestría y el compromiso de expertos veteranos comprometidos al cien por cien que, además de dar lo mejor de sí mismo, han hecho que los jóvenes y las incorporaciones saquen también su máximo potencial. El liderazgo de los históricos Joseba Amunarriz, Osertz Alday, Asier Puertas, Iñigo Vertiz y Txalo Carrión, ganadores todos ellos de la Liga 2006, ha impulsado la trainera hacia la excelencia.

Relevo generacional

La respuesta contundente de los canteranos de Hondarribia que han pasado de la segunda embarcación ha sido sorprendente. El rendimiento de jóvenes como Beñat Egiazu, Iñigo Sagarzazu, Iker Marizkurrena o Ugutz Bilbao ha dado aire a la plantilla y a permitido al equipo mantenerse en un alto nivel de resultados.

Ambiente familiar

La unión del vestuario ha sido infranqueable un año más y la amistad ha reforzado el compromiso compartido.