La cantera de Gipuzkoa manda en la Bandera de La Concha

El técnico gallego contó con un único canterano, Iván Aparicio, y hasta diez remeros 'no propios', lo que significa que llevan menos de tres años en un club que en 2016 ha ganado el campeonato de España de bateles y trainerillas, y el autonómico de larga distancia con su trainera tras la descalificación de Hondarribia por un error burocrático.

De la mano de Patxi Francés, Zierbena ascendió a la ACT en 2013, y desde su regreso a la élite lo dirige Zunzunegui. Su presente gira en torno a su trainera, reforzada últimamente de la mano del patrocinio de Bahías de Bizkaia.

Urdaibai, que esta temporada tiene una trainera filial en la ARC-2, no alineó a ningún canterano, ya que Jon Salsamendi reservó a los tres de los que tira en el calendario liguero: Iker Zabala, Mikel Ojeda y el azkoitiarra Jon Unanue.

Son los únicos botes de la ACT que presentaron unos equipos que no podrían darse en la Liga. En el otro extremo están las tres traineras guipuzcoanas, que reúnen a 24 de los 33 canteranos que lograron la clasificación: San Juan (9), Hondarribia (8) y Orio (7), sin contar los que tienen repartidos en otros botes. De la primera división, solo Zumaia y Cabo tuvieron el jueves más remeros forjados en casa, doce.

Son formas diferentes de entender el deporte del remo, ambas respetables. Por un lado están los clubes que tienen su trainera senior, sin un gran o en algún caso ningún cimiento por debajo. El día que falla su principal patrocinador, la estructura se tambalea. Ejemplos hay unos cuantos.

En Gipuzkoa, en general, se trabaja más la base, forjando remeros que cuando menos permitan sobrevivir en época de vacas flacas.