Etxabe: «Me habría jugado un euro en contra»

Las victorias deparan múltiples instantáneas. Al menos una por cada par de ojos que las contemplan. Una de las imágenes del éxito de San Juan-Iberdrola en la Bandera de La Concha es esta. Tan pronto como la proa de la Batelerak besa en la perspectiva a la baliza de meta, casi antes de que Nerea Pérez, «la reina de los mares», como define la proel Maialen Arrazola a su patrona, termina de alzar el puño, un hombre feliz, con camiseta y gorra rosas, se levanta como un resorte mientras levanta sus brazos y, de pronto, se ve elevado medio metro del suelo: «Ya ves, a mí, que peso cien kilos, y me cogió como un muñeco», recuerda el presidente del club, Xabier Arraras, apenas 24 horas después de verse sostenido en los brazos de su delegado, Josemi Beraza, ganador de La Concha con Donibaneko hace veinte años.