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Las nuevas uniones tienen una complejidad psicológica que hay que cuidar para que no afecte a los niños. / Mujerhoy.com
Las complejidad psicológica de las nuevas uniones
vida familiar

Las complejidad psicológica de las nuevas uniones

Divorcio, nueva pareja, hijos en común... Son elementos a tener en cuenta para que los niños no sufran

MUJERHOY.COM

Jueves, 5 de diciembre 2013, 13:31

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La integración en una nueva familia se realiza paso a paso, con dificultades diferentes según se esté atravesando la crisis edípica, que va desde los tres a los seis años; la fase de latencia, desde los siete a los doce; o se esté iniciando la adolescencia. Una niña de tres o cuatro años que ve a su padre instalarse con una mujer que no es su madre, y que además aporta a esa unión una niña de su edad, sin duda mantendrá, al principio, unas relaciones conflictivas con las recién llegadas. Asimismo, algunas adolescentes inmersas en la lucha contra sus deseos y en plena organización de identificaciones con la figura materna soportan con dolor la marcha de su madre, que desea vivir una nueva aventura amorosa.

Hay que establecer un nuevo marco de relaciones y renunciar a algo de lo propio para vivir con el otro y con sus hijos. Si los celos y la rivalidad fraterna son moneda corriente en la familia de origen, la incidencia de estos sentimientos tendrá un mayor impacto en estas nuevas familias. Los hijos de cada uno tienen que aprender a compartir con los otros espacios y proyectos familiares. Daniel, de diez años, va a regañadientes a casa de su padre. Este, divorciado de su madre desde hace años, vive con una mujer madre de una niña, Carolina, de ocho años. Además, hace apenas un año, la nueva pareja aumentó la familia con un hijo en común, Luis (Más información en Mujerhoy.com).

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