Diviertt dice que las cajas con entradas han sido manipuladas

Diviertt, organizadora de la fatídica fiesta de Halloween en el Madrid Arena, en la que murieron cuatro jóvenes, ha revelado que las urnas en las que se guardaron las entradas de la fiesta del Madrid Arena han sido "aparentemente manipuladas".

En un comunicado, la empresa, propiedad del empresario Miguel Ángel Flores, ha asegurado que desde el 1 al 16 de noviembre "se han quebrantado todas las garantías de la cadena de custodia de las cajas", cuyo primer recuento reveló que se vendieron más entradas de las que aseguró su promotor.

El computo de cuatro de las ocho urnas, realizado el pasado viernes y que continúa este miércoles, evidenció que probablemente se sobrepasó el aforo del pabellón, lo que apunta a que en el recinto podría haber más de 18.000 personas.

La empresa ha puesto como prueba de la manipulación "el hecho de que el candado de dos de ellas, había sido sustituido por una brida de plástico, cuando la totalidad de las cajas con entradas que los profesionales de Diviertt dejaron en las instalaciones, estaban cerradas con candado".

En ese período de tiempo, ha explicado Diviertt, cualquier trabajador de Seguriber, la empresa contratada para controlar la seguridad exterior de la fiesta de Halloween, gozaba de acceso al recinto. Y ha recalcado la participación de Rafael Pastor Martín, director de Seguridad de Madrid Espacios y Congresos, imputado por la Fiscalía, en el momento de recogida de las cajas, de las que ha denunciado que su recogida y traslado se realizó sin presencia del Instructor, del Secretario Judicial ni del representante del Ministerio Público.

Seguriber, responsable exclusivo de la seguridad

Por otra parte, Diviertt ha destacado que "la responsabilidad exclusiva de la seguridad interior y exterior" del recinto Madrid Arena correspondía a Seguriber, contratada por la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos. Así, se ha remitido al acuerdo con Madrid Espacios y Congresos para detallar algunos de los aspectos que, según el pliego técnico del contrato, son competencia de los vigilantes de Seguriber, entre otros, "los procedimientos de control de acceso de personas, uso de los sistemas informatizados, acceso incontrolado y evacuación de edificios".

Por ello, ha insistido en que los 66 controladores contratados de la empresa Kontrol 34 no podían realizar funciones de seguridad, sino que, entre sus cometidos, estaba el de avisar a los responsables de seguridad, en caso de que se produjera cualquier incidente.

Diviertt, que no ha sido formalmente convocada por la Comisión de Investigación de los sucesos del Madrid Arena, ha precisado además que no acudirá a declarar en caso de que así lo solicite la comisión, que arranca este martes con las comparecencias de los responsables cesantes de Madrid Espacios y Congresos.

En relación con los botellones que tuvieron lugar en los alrededores del recinto, Diviertt ha indicado, en referencia a aquel que se produjo en el aparcamiento, que el contrato de alquiler "no incluía este recinto y que la explotación del mismo y en consecuencia el cobro de los diez euros, fue realizado por" Madrid Espacios y Congresos.

Y ha mostrado su respeto por los policías municipales presentes el día de la tragedia, si bien Flores denunció en su declaración ante el juez que la Casa de Campo estaba "completamente tomada" por un macrobotellon que los agentes policiales "toleraron".