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ÍÑIGO DOMÍNGUEZ
Jueves, 1 de marzo 2012, 10:16
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Produce una especial emoción encontrarse con la firma de Miguel Ángel, de Galileo, de Voltaire, Erasmo de Rotterdam o, por qué no, hasta de Sissí emperatriz. O el humilde papelito en el que María Antonieta escribe desde la cárcel unas líneas muy formales y sin ...
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