Rajoy: «Rubalcaba se ha equivocado de enemigo»

Mariano Rajoy considera que los llenos que está cosechando en sus mítines son una prueba más del "deseo de cambio de la sociedad española" para poner fin "a la dinámica negativa" de los últimos cuatro años. En León, y ante unas 2.000 personas, ha enviado un claro mensaje a Alfredo Pérez Rubalcaba: "Se ha equivocado de enemigo". Ha explicado que su formación seguirá con la misma hoja de ruta en esta campaña electoral, que enfila ya su última semana, porque su único enemigo es el desempleo. Y, además, ha advertido al PSOE que a él "no le van a encontrar" ni en la pelea ni en la descalificación.

Ante las últimas críticas de dirigentes socialistas como Rubalcaba o Felipe González, que le reprochan sobre todo un plan b oculto para recortar el estado del bienestar, Rajoy ha espetado: "A esos señores del Gobierno sólo tengo que decir: buenos días, buenas tardes y buenas noches". O lo que es lo mismo, no va a entrar en el cuerpo a cuerpo dialéctico. "Ellos (por los socialistas), con el miedo; nosotros con el la ilusión y la crispación. Ellos, con las amenazas y nosotros, con el buen humor", ha remachado. El líder de los populares ha anunciado que gobernará de manera similar a lo que está haciendo Juan Vicente Herrera, al frente de la Comunidad de Castila y León.

Para frenar la "campaña de insidias" de los socialistas ha enfatizado que uno de los objetivos de su Ejecutivo será el de evitar que el sistema de pensiones esté "constantemente puesto en tela de juicio", como ha ocurrido en los últimos dos años.

Diagnósticos equivocados

Ha confesado que muchas gente le pregunta que "qué va a hacer o en cuánto tiempo se van a ver los resultados". Se esperaba una respuesta más concreta, pero sólo ha dicho que la recuperación dependerá del éxito de "una política económica global". Ha abundado que uno de los grandes problemas de la crisis económica deriva de no decir la verdad o de equivocar el diagnóstico. "La política económica necesita orden y que la gente sepa por dónde va para tener un mínimo de seguridad".

Rajoy ha cerrado su intervención en un tono humanista. Tras aseverar que el progreso "siempre lo traen los seres humanos", ha apostillado que "un gobierno tiene que fastidiar lo menos posible a los seres humanos, porque la fuerza de los seres humanos es superior a la de mil millones de administraciones". En este sentido ha explicado que un gobernante no es bueno por aprobar más leyes ni decretos, sino por derogar los que sean innecesarios.