Borrar
Lusa
La profunda huella del dolor

La profunda huella del dolor

Seis décadas de violencia han dejado un paisaje de escombros físicos y morales. Es un rastro que las víctimas no quieren que se olvide

Javier Guillenea

Domingo, 6 de mayo 2018, 08:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

ETA se ha disuelto. Ya no existe, pero sí. Sesenta años de dolor, miedo y sangre no se borran fácilmente, han ocurrido demasiadas cosas como para que la paz sea perfecta. Quedan, como recuerdan las víctimas, miles de familias destrozadas, un reguero de escombros que ...

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios